Grito 3 Noche 3 Spring Nicht «Amuleto»

Hola chicas... ¿como están? Yo bien aunque un poco triste... el último capi que subí solo tuvo un comentario, del cual debo agradecer infinitamente... gracias Kiss... muchas gracias. A pesar de mi pequeña decepción agradezco el tiempo que se toman en leer todo esto. Sin más que decir, ofresco una disculpa por la tardanza y aquí les dejo un nuevo capitulo, besos, bye. P.D. Les pido una ENORME disculpa, puesto que el blog no me permite subir el capitulo correctamente, pegando TODO lo escrito... espero que sea legible para ustedes por que he intentado subir el capitulo muchas veces y siempre resulta lo mismo... lo siento y espero que lo comprendan, gracias.

Grito 3 Noche 3 Spring Nicht «Amuleto»

Estaba un poco nervioso por lo que fuese a ocurrir, puesto que dentro de dos noches es luna llena y la fiesta es en las cloacas. Estoy más que seguro de que será espeluznantemente divertido…

Comenzamos a adentrarnos a unos callejones un tanto oscuros, siniestros, totalmente color café. Por esas calles, ambulaban tipos con gabardina negra, oscuros y con aspecto perverso. ¿Y si ese dichoso club está lleno de esos tipos? Una holeada de miedo… no, miedo no… preocupación, si, una holeada de preocupación recorrió todo mi cuerpo, de cabeza a pies, haciéndome estremecer con un escalofrío. “¿Estás seguro de que lo que haces está bien?” –escuché una voz en mi cabeza, era mi conciencia-

Iba reflexionando sobre toda esta locura cuando, finalmente, ambos llegamos, obligándome a despegarme de mis pensamientos.

Tzugui estacionó su motocicleta y me jaló de la mano a la entrada de ese lugar. Se veía un tanto sucio, vulgar y grotesco. Unos hombres grandes y toscos dejaban o no pasar a las personas.

-Tzugui… ¿estás segura de que esto es buena idea?

-¡Más que segura, Billy! –me dio un beso- estoy súper segura de que te va a gustar…

Hice una media sonrisa y me dejé llevar por su comentario… quizás y después de todo era divertido. Llegamos finalmente al “filtro” en donde elegían quién entraba y quién no.

-Ven, Bill… -Ella me jaló de la mano, intentando colarnos entre la gente, cuando uno de esos tipos enormes me detuvo del hombro

-Tu no puedes entrar –Afirmó

-Pero… -Sal de aquí, chico, tu eres de los nuestros…

El maldito guardia me separó de Tzugui y me empujó hasta la motocicleta, expulsándome entre toda esa gente. Ella me hizo señas a lo lejos de “no te preocupes, yo obtengo los pases” pues a ella si la dejaron entrar.

¿Cómo que no era de los suyos? ¿Qué? ¿Reconocieron que no soy francés o qué? La cabeza me empezó a dar de vueltas y mi seño, automáticamente se frunció. ¿Por qué no me dejaron entrar? Bola de bastardos…

Después de hacer un coraje tan grande, eché un suspiro al aire y me senté en la moto a esperar a Tzugui. El callejón era tenebroso. Esperé 10, 14, 18, 20, 25, 30 minutos y ella no salía. Bueno, quizás y era tardado. Hubo un momento en el que me quedé solo en la oscuridad del callejón. Solo había un faro alumbrando la calle, y yo me encontraba en la penumbra.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, desde la cabeza a la punta de los pies. En fin, me traté de tranquilizar y volví a suspirar ¿Qué era lo peor que pudiera ocurrir? Quizás… tan solo un asalto… nada del otro mundo. En fin, todo iba “bien” (un poco incómoda la espera pero bien) hasta que un hombre encapuchado se adentró en la calle, a paso rápido.

-Dios mío, por favor no… -susurré hacia mis adentros pensando en el dichoso asalto-

Al tipo no se le veía la cara y vestía de color negro. Al parecer, su intención era acercarse hacia mi. Oh, no…

-Ten… lo vas a necesitar –Escuché su grave y rasposa voz, mientras me entregaba un amuleto en la mano-

-¿Qué? Pero…

-Él se siguió de frente y no volteó cuando menos a verme-

No comprendía nada. Primero, no me dejan entrar a una reunión por que no soy de los suyos, me empujan y me dejan solo… y ahora un tipo desconocido y extraño me da un medallón…

¡Qué raro! Bajé la mirada y observé el amuleto unos momentos… era de fina plata con concha nácar, se veía antiguo y tenía un aire extraño. En el centro, traía una luna brillante, que deslumbraba la vista, Me quedé observándolo unos momentos cuando noté que comenzaron a salir de la reunión o lo que fuera…

-Bill, Bill, mira… -Me sobresalté cuando Tzugui llegó a mi lado y me enseñó los boletos

-Órale, que bien…

-Oye ¿Qué es eso que traes ahí? -Me arrebató de la mano el medallón e inmediatamente lo aventó al suelo- ¡AY! ¡Me quemó! ¿Qué es esa porquería?

-Nada… -Me agaché a levantarlo y me lo colgué en el cuello

Ambos nos subimos a la moto y arrancamos.

-Que extraño… -Comenté- un tipo encapuchado me dio el amuleto pero no se ni por qué o qué intensión…

-¿Qué dices? –Gritó aturdida por el sonido de la moto

-Que un encapuchado me lo dio…

-Ha de estar loco, no te preocupes –Rió y no le dio importancia

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Genial, por fin terminé de arreglarme… ¡no lo puedo creer! Me vi una vez más al espejo y adoré lo divino que me veía. Soberbio. Jamás me había arreglado tanto en mi vida como en aquella noche, y es que de verdad era muy especial… era de las últimas noches que pasaría con mi adorada Tzugui, había que disfrutarlo… Miré por la ventana y recordé que era luna llena … aterrador ¿no? Estaba más que listo y emocionado para ir a esa fiesta, la hora por fin había llegado. Bajé por el elevador y me encontré con ella como todos los días, justo afuera del departamento.

-Tzugui… –Saludé llamándola por su nombre… notando el enorme escote que portaba mi novia… jum… eso no me gustó mucho, otros hombres la verían y la desearían… tanto como yo en ese momento…-

-¿Estás listo, Bill? –Rió burlonamente percatándose hacia “donde” se dirigía mi mirada

-Más que listo… -disimulé desviando la mirada- te ves hermosa…

-Y soy solo tuya, Bill… -Lamió mis labios y se trepó a la motocicleta

-Eso me gusta… Reímos cómplices y partimos hacia la fiesta.

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Música a todo volumen, un tanto satánica. El ruido, el calor y la oscuridad reinaban en la fiesta. ¿Cómo se me ocurre venir a los drenajes subterráneos de París? Hasta ahora lo reflexioné.

El lugar estaba lleno de tipos extraños como siempre… solo que en esta ocasión, habíamos varios con cara de confusión, bueno, novatos, no se… Pero bueno, a pesar de la incomodidad por el mal olor y una que otra rata corriendo en el suelo, me la estaba pasando magníficamente con Tzugui… era una reina, y más cuando se dejaba tocar…

Me dejé llevar por mis impulsos una vez más, logrando bailar con ella como la noche en la que nos conocimos.

Tonto idiota de mi al pensar que era una de las noches más felices de mi vida, pues pronto, casi a media noche la luna comenzó a brillar aún más intensa, llegando al punto máximo. De la nada, las luces naranjas se apagaron.

“Aaaaaaaaah” se escucharon los gritos emocionados de los invitados. Una luz negra, roja y verde comenzó a parpadear junto con música mucho más agresiva.

-AUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU –Aullidos-

Todos comenzaron a gritar, a ponerse paranoicos, la histeria había empezado. Los tipos siniestros se comenzaron a transformar… si, se empezaron ¡A CONVERTIR EN HOMBRES LOBO! Aullando, retorciéndose y gruñendo… su piel de humano comenzó a caer poco a poco en el suelo y las garras comenzaron a brotar.

-T-T-Tzugui… m-m-ira… -Toqué el brazo de Tzugui pero… sus dimensiones habían aumentado y ahora estaba cubierta de pelo… la miré de frente y era una de ellos

-Ay, no…

Retrocedí unos pasos ¿en donde estoy? ¿Cómo camino en la oscuridad? ¿Dónde están los lobos? Negué con la cabeza y arranqué a correr en medio de gritos silenciados por la muerte. Los lobos tenían hambre.

El miedo inundó mis venas y busqué la salida de ese lugar. Corrí, corrí y corrí junto con otras presas… si, yo era una presa y seguramente iba a ser cazada…

-¡DIOS, AYÚDAME, AYÚDAME! –Gritaba mientras corría

Poco a poco, mis compañeros fueron cayendo despedazados, gritando y quejándose.

-Salida, salida… ¡SALIDA!

Ya me encontraba afuera, pero no paraba de correr, pues Tzugui me perseguía aún. Las piernas me temblaban y ya estaba completamente débil, no podía correr más, no más pero, no podía morir despedazado y devorado, no, no, no, ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

-¡MALDITA PERRA! –Exclamé al sentir que me clavaba los dientes en el pie izquierdo- SUÉLTAME, SUÉLTAME, SUÉLTAME…

Con sus garras me tiró al piso y me comenzó a arrastrar

-¡NOOOOOOOOOOO! ¡NOOOOOOOO! –Piensa estúpido Bill, como te zafas… mis botas… ¡LAS BOTAS! Recogí una de mis botas que se encontraba ensangrentaba a un lado y clavé el tacón en el ojo derecho de la fiera. -AAAAAAAAAAAAAAAAAAUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU La loba me soltó y entonces, no lo dudé más, salí corriendo a la máxima velocidad que pude, cojeando por mi pie herido… 6 cuadras… 6 malditas cuadras debía correr para llegar a mi departamento y así poderme librar por completo…

continuara...

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Escalofríos recorren mi cuerpo estremeciéndome... los colores se ven más vivos cada vez, como si de estar drogado se tratara... la luna llena está en su mero esplendor... ¿por qué siento esto? ¿por qué la mordida desapareció? Con un aullido provenir de mi boca se responderá mi pregunta...

Próxima noche: grito 3 Noche 4 Spring Nicht «Aullido»

Ich schrei in die nacht für dich, lass mich nicht im stich, Spring Nicht.