Grito 4 Whispers in the dark «Fanática»
Becky era una fan… tan sólo una fan más entre las miles de millones que tenemos… jaja, ¡ya exageré! Pero es que somos geniales ¿Acaso no? Bah, como sea, no había concierto que diéramos al cual ella no asistiera… ¡No se cómo le hacía! Pero siempre, absolutamente siempre la veía en las firmas de autógrafos, pases a camerinos, e incluso, la reconocía en la multitud de chicas que asistían a los conciertos. Becky siempre en primera fila, siendo la más entusiasmada de todas… la que más gritaba… la que más se aceleraba… la que más disfrutaba…
Debo admitir que mínimo ya le había firmado todos los discos, dvds, playeras, fotografías, revistas y hasta guitarras que me había traído estos últimos 2 años… incluso, le llegué a firmar en algunas ocasiones partes de su cuerpo… contando todas las firmas dadas por mi pulso… ¡Tendría mínimo 40 autógrafos míos! Y no comprendo como era que no se cansaba de tenerlos… al contrario, cada vez insistía más y más…
No tengo la menor idea de cómo le hacía, ni de donde salía… incluso creo que amanecía en los lugares de nuestros conciertos locales… no importaba si llovía, si hacía calor, viento, nieve, ¡Lo que fuera! Pero lo que sí sé es que nunca fallaba… Becky asistía a TODOS los conciertos… a todos… a todos… ¡A TODOS! Se que es una exageración decir que a todos pero es la verdad… la encontré en todo el continente europeo…
No se si no iba a la escuela o si tenía clases particulares, tampoco sabía (pero lo más seguro es que sí) si sus padres eran adinerados y consentidores, por que ella de seguro ya conocía toda Europa, siguiendo nuestros conciertos.
Tanto la veía que ya hasta me había grabado de memoria su fisonomía: Bajita, castaña, lacia, grandes… ¿Qué digo grandes? ¡Enormes ojos! Que se escondían detrás de unos lentes, sonrisa fácil y rostro de vil adolescente… nada especial…
Estoy más que seguro de que ella hubiese pasado desapercibida como otras mil de fanáticas alabándonos, de no ser por su… su… ¡su maldita insistencia! Pues pronto dejaron de ser solo conciertos y entrevistas y pasó a ser… a ser parte de mi “vida cotidiana”.
En donde menos me imaginaba encontrarla (una tienda, el cine, en fiestas, etc) ahí estaba… sonriendo tontamente como siempre con su eterna playera de “Humanoid City” que no se si tenía 8 playeras idénticas (quizás 20) o no lavaba la misma mugrosa blusa…
Lo peor de todo fue que su obsesión creció, creció, creció y creció hasta un punto máximo… un punto de psicosis, histeria, paranoia o no se como llamarlo de lo obsesionada que estaba… y lo peor de todo… lo PEOR de todo era que no nada más creció su obsesión con Tokio Hotel si no… ¡CONMIGO! ¡POR MI!
A esta chica no se qué bicho le picó o qué tenía en la mente o si es muy aficionada a los raperos pero… no le sorprendió para nada el extravagante look de mi hermano… sus peinados, su ropa, su forma de cantar… nada le impresionó. Tampoco le impresionó la habilidad musical de Georg, su lacio cabello y grande sonrisa… y tampoco le gustó la ternura de Gustav… digo, por lo gordito… ¿acaso no podía pensar que es un oso de peluche? Pero no… no lo pensó así… entonces… ¿Qué tengo yo de especial? Sé que soy un galanazo, tengo una mirada súper sexy, y que muchas de las… “tokitas” quisieran besar mis carnosos labios con piercing pero… ¿Por qué yo?¿Por qué se tenía que enamorar de mi? ¿Por qué maldita sea me tenía que adorar a mi? ¿Por qué TOM?
Llegué a verla tantas pero tantas veces que hasta en mi sopita de fideo la veía… aparecía en mis sueños… en el cielo, en las ramas de los árboles, en las estrellas, en las figuritas de las cortinas del hotel… ¿Por qué? ¿POR QUEEEEEE? D:
Bah, recuerdo que una ocasión, mi equipo, la banda y yo llegamos exhaustos después de un largo viaje en avión a desayunar en la cafetería del aeropuerto… y adivinen qué… ¡Estaba debajo de la mesa! ¡DEBAJO DE LA MESA! Y lo peor de todo era que estaba abrazada en mi pierna… ¿Qué clase de psicosis era esa? ¡Abrazó mi pierna! Sin importar que movimiento hiciera, ella se pegaba a mi extremidad… eso si era extraño.
Todos los días sin excepción alguna, recibía mails y correos electrónicos a su nombre… también cartas rellenas de corazones y poemas cursis, mensajes al celular, en Facebook, en mi blog, ¡en TODAS mis redes sociales! Recibía llamadas en los teléfonos de todos los hoteles de ¡EUROPA! Repito: ¿Cómo le hacía?
Si Becky tuviera una habilidad única, era el sobornar a personal de seguridad y me hacía llegar a la puerta de mi habitación deliciosas pizzas (una de mis debilidades), pays de queso con cubierta frutal y hasta galletas con sus iniciales y las mías (BW&TK) enlazadas en corazones de deliciosa azúcar. Sabían deliciosas.
Era… ¿Cómo describirlo? ¡Odiosamente adorable! Tanta era su obsesión que llegué al extremo de ir con miedo al baño, temiendo que saliera de la regadera, o peor aún, ¡DE LA TAZA! Era tan impredecible que tendría la capacidad de arreglárselas y salir de la taza. Era una posibilidad. Era tan pero tan… “molestosa” (casi como “The annoying orange”) que, si al principio me caía bien, llegué a un punto de ODIARLA, no, ABORRECERLA.
Cuando supe que se robó de un restaurante el pequeño trozo de sándwich babeado que dejé en el plato; cuando golpeó a otra admiradora por que le lancé una gorra; cuando abrí el closet de un hotel y descubrí que ella estaba ahí y se me lanzó para abrazarme, me tiró al piso y ni Bill ni Georg juntos me la pudieron quitar de encima (Hasta que vino la seguridad del hotel), supe que ya había llegado al límite de mi paciencia.
Por esa misma razón, no era de extrañar lo que paso esa… negra y oscura noche…
Recuerdo que llegamos con todo y maletas a nuestra casa después de una agotadora gira. Me costó muchísimo trabajo subir con mi equipaje hasta mi habitación que se encontraba en el tercer (Es que una maleta iba llena de revistas francesas que quería ojear antes de dormir, con unas conejitas y… ah, este, ejem, mejor sigo narrando)
Me despedí de Bill y me encerré en mi habitación. Me tumbé en la cama y miré al techo… ¡Qué cansancio! Estaba seguro de que es sueño me vencería antes ver mis revistas… ¡Rayos!
-¡Adelante! –Grité al escuchar un “toc-toc” a mi puerta-
Bill entró con un periódico en sus manos, tan solo con camiseta, pues se acababa de cambiar.
-¿Qué hay? –Pregunté mientras mi hermano se sentaba en la cama-
-Mira los comentarios sobre nuestra gira –Me enseñó sonriente la nota en el periódico-
-Wow… -Miré asombrado todos los buenos comentarios y alabanzas hacia nosotros-
-Oye, como que hace un poco de frío…
-¿Quieres que cierre la ventana?
-Por favor…
Asentí con la cabeza y caminé hacia la ventana, que se encontraba ligeramente abierta.
Me asomé a ver el paisaje cuando, sorprendido, descubrí que Becky venía escalando la pared hacia el balcón de mi habitación, al cual, ya había llegado. Venía con un ramo de flores en la mano y una sonrisa estúpida en los labios…
-¡Sorpresa! –Rió torpemente-
-NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO –Grité como estúpido y cerré de golpe la ventana… ooops-
Lo hice tan rápido y con la fuerza que da el pánico, que Becky desapareció inmediatamente del balcón, dejando atoradas las flores… las flores que me traía.
No tardó en venir la ambulancia, la policía y la gente chismosa que iba pasando en ese momento por la calle.
Tuvimos que pagar casi la mitad de nuestras ganancias en la dichosa gira para que no viniera la prensa y los paparazzis.
Becky había muerto. El golpe en la cabeza desde el tercer piso la había desnucado y toda su sangre había quedado regada por la banqueta… jamás había pensado en tan horrible escena.
La policía comprobó que fue un accidente, por culpa de su propia imprudencia… que no era CUALPA MIA.
Maldita sea que todo parecía una pesadilla… aún estoy en tratamiento médico y psicológico, a base de medicamentos y calmantes…
No aguantaba mi conciencia… había una voz en mi interior que me repetía una y otra vez “La mataste, Tom… fue tu culpa… ella te amaba y tu… tu la asesinaste…” ¡No! Fue su imprudencia y yo… yo… ¡Maldita sea, si fue mi culpa!
Creo que soy una de esas personas que no puede ocultar sus pensamientos y sentimientos… soy transparente, como el agua.
Mis fans pronto comenzaron a notar que… ya no sonreía como antes… ya no me emocionaba por nada y las saludaba con la cabeza baja… algunas me preguntaban “¿Qué sucede, Tom?” y yo me limitaba a contestar… “Nada dulzura… estoy un poco cansado… no te preocupes” Fingiendo una sonrisa y aguantándome las ganas de llorar, ahogando mis lágrimas… ya no era yo mismo… ya no era el de antes…
Lo peor de todo, era que de vez en cuando, cuando veía a mi público… pareciera que veía su silueta, su figura… me parecía verla entre la multitud pero no… ella ya no estaba, era tan solo un cruel espejismo…
continuara..
- - - - - - - - - - - - - - - - - PRÓXIMA NOCHE- - - - - - - - - - - - - - - -
"Tomi.. te quiero.. Tom.." el eco de su voz retumba en las 4 paredes de mi habitación... ¡Déjame en paz! Imploro en el aire pero su frío beso en mi cuello silencia mis lamentos... Becky.. ¿Qué quieres de mi? Dímelo ahora.. dímelo en un susurro...
Próxima noche: Grito 4 Noche 2 Whispers in the dark «Susurro»
No, you’ll never be alone when darkness comes I’ll light the night with stars hear my whispers in the dark
2 comentarios:
q buen capi!!! ia speraba q tom saliera n alguno kmo protagonista...
n.n...pobre...¡fue solo un accidnt! abra pasa2 algo similar alguna vez¿? (no tan trrible obviamnt...)
bueno, spero pronto el sgte kpi...st stuvo realmnt gnial...
¡sigue asi!
Kriss
Q cap tan intensoo...
Me gustoo
Ya kiero el otroo!
Maria
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