domingo, 8 de mayo de 2011

Grito 7 Noche 2 Love like Winter «Lobo»

Hola tokis ¿Cómo están? Yo muy alegre al ver que gustan de este grito... haha, en lo personal, ha sido todo un reto concentrarme en esto, por que estamos a 30 grados en mi ciudad y debo terapearme mentalmente para estar a 10 grados bajo cero xDDD haha... espero que les guste este cap, y de nuevo disculpen que no sale Bill, bueno, mejor no les digo ¿Vale? ;D Agradezco sus comentarios, gracias a Laura, a Kriss, a Moni, a Raven, a todas... n.n muchísimas gracias... espero contar en esta ocasión con más comentarios n.n cuidense chicas, besos, bye!!
P.D. Moni!! ¿Te gustó adam? ;D eeeeaaaa eeeeaaaaaa haha... por si quieres buscar más photos de él, se llama Alex Evans ;3


Grito 7 Noche 2 Love like Winter «Lobo»

Ya recostada, suspiré y me quedé pensando en ese aullido vago… ¿De qué lobo vendría? ¿Será que le estuviera pidiendo un deseo a la luna? No, se notaba un poco débil… no creo que lo haya hecho… en fin, supongo que mañana será un mejor día y podré explorar el bosque y perderme en sus entrañas…
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Mis ojos se comenzaron a abrir… tenía tiempo que ya estaba despierta, pero me negaba a levantarme… tenía aún cansancio, pero no sueño, así que me limité a dormitar un poquito más.
Con un poco de esfuerzo, por la oscuridad de la habitación, miré mi reloj de pulso que había aventado en el buró la noche anterior, y noté que ya eran las 9:00AM. ¡Qué tarde!
Me senté aún en estado zombi en la cama y tanteé la madera del piso con los pies descalzos, en busca de mis pantuflas.
Di el último bostezo, me froté los ojos y me puse de pie. Caminé unos tantos pasos como robot y busqué en mi maleta la ropa que me pondría ese día. La noche anterior no había querido colocar bien la ropa en el ropero, así que era mi culpa el tener que cargar la maleta una vez más en busca de algo cálido.
Tendí rápidamente la cama y salí al baño a ducharme.
Me encontraba sola en el pasillo, bah… a pesar de la hora, creo que era la primera en levantarme, en fin…
Me metí con toda confianza a la ducha y sentí gran alivio con el agua caliente, recorrer mi cuerpo…
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Ya había pasado el desayuno, ya saben… huevos revueltos con jamón, pan, leche, algo muy normal.
Todos en la mesa compartían anécdotas y platicaban de temas comunes, como política, clima, etc. Y otros no tan comunes, como extraterrestres, cómo fabrican las computadoras, y otros que no recuerdo.
Incluso, me tocó sentarme al lado de Adam y eso hizo más ameno el desayuno. Ambos soltamos más de 4 carcajadas con lo que platicábamos.
Un poco más tarde, me puse a buscar entre mis cosas la flauta ¡La hora había llegado! Ansiaba de verdad salir y tocar. Ver los árboles, la nieve… ¡Mi corazón por fin latería!
Bajé las escaleras corriendo y como todos estaban sentados en la sala, se me quedaron mirando, sobre todo cuando tomé la perilla de la puerta…
-¿A dónde vas, Lea? –Preguntó mi mamá, mirándome directamente-
-Ah… voy a dar… la vuelta a la cabaña… -Mi voz se adelgazó, balbuceé, e incluso, encorvé la columna-
-Quiere ir al bosque –Interrumpió Adam con una sonrisa burlona en los labios, relamiendo sus perforaciones-
-¿Quieres ir a explorar? –Ofreció alegre el Señor Schmidit-
-Ah, si, bueno… ¿puedo ir yo… -Interrumpió-
-Que te acompañe Adam… él ya conoce por ahí…
-Ah, gracias, pero… -Volvió a interrumpir-
-Corre, Adam, acompáñala…
-¡Claro, nada más voy por mi rifle! –Se puso de pie y salió corriendo-
-Ay, no… -Susurré por lo bajo-
-Tengan cuidado, chicos, hay lobos cerca… son bellísimos, pero salvajes, no lo olviden… -Advirtió seriamente. Asentí-
Me quedé encorvada en la puerta… mi plan se había arruinado por completo… y lo peor de todo, es que a Adam le fascina cazar y yo detesto que mate a pobres animales…
-Ya vine –Anunció emocionado. Se había cambiado los zapatos por unas botas, traía una chamarra con gorro y su rifle en la mano-
-Bien, Adam… vamos a conversar… -Invité saliendo de la cabaña… ¿Qué era lo que le iba a decir? Le iba a pedir de la manera más amable que me dejara andar sola… pobrecito, no quería herirlo pero es que… era necesario-
Comenzamos a caminar unos 5 metros… el bosque estaría a unos 20. Caminar costaba trabajo, pues nuestros pies se hundían en la nieve, hacía tropezar y el frío quemaba las mejillas.
-Bien, dime lo que me querías decir… -Adam rió de oreja a oreja- soy todo oídos…
-Ay, Adam… tu bien sabes que no se mentir, que te quiero pero… quisiera ir sola por que…
-Ah, es por tu flauta ¿No? –Permaneció riendo-
-No, bueno… si.
-Ah, no te preocupes… no te voy a juzgar, toca para mí ¿Sale?
-No –Aquella palabra salió firme, dura, pura-
-¿Por qué? –Preguntó inocentemente-
-Por que no me gusta… me da… pena…
Se me quedó mirando por un instante… su mirada cambió de súplica a comprensión.
Hice un gesto de “¿Me perdonas?” o “Por favor…”, la conciencia me remordía hasta lo más profundo y oscuro de mi ser…
-Bien, Lea… comprendo… pero yo te encamino al bosque ¿Vale? Te enseño los lugares más seguros y si quieres, te ayudo a recolectar piedras, en caso de que algún animal salvaje se quiera meter contigo… ¿Tu que dices?
-Si, Adam… ¡GRACIAS! –Me lancé a sus brazos y lo apreté con toda la fuerza que tenía- ¡GRACIAS! ¡VAMOS!
Asintió con la cabeza y me echó el brazo al hombro.
Por el camino, ambos fuimos recolectando piedras… nos comenzamos a adentrar al bosque, y los primeros árboles comenzaban a brotar.
Mientras más nos adentrábamos, más cundía el frío, la nieve, la niebla y el color azul.
Alcé la mirada y miré la altura de los árboles… ¿10 metros? ¿15? No sé… pero lucían delgados, negros… el invierno los había asesinado.
-Wow… -Susurré mientras brotaba vaho de mi boca.-
-Bien… tú me dices ¿Dónde te quieres detener? ¿Ya te aprendiste el camino?
-Tenlo por seguro… si quieres… puedes dejarme aquí, sólo no mates ningún animal en el camino de regreso ¿Sale? –Dije sin siquiera mirarlo… estaba perdida en los árboles-
-Está bien… no le haré nada a nadie ¿De acuerdo? –Tomó mis mejillas-
-Gracias, seguiré explorando…
-Bien, confío en ti… ten cuidado…
Tras decir su última línea, se dio la vuelta de regreso a la cabaña… oh, ojala y no lo regañen…
Por fin me encontré sola, como tanto lo deseaba.
Mi corazón comenzó a latir como nunca… por fin había cobrado vida, es decir… antes era como una muñeca de trapo, jamás había sentido algo tan grande. Era una corazonada, quizás o… sentía como si yo perteneciera a… allí…
Me di la vuelta rápidamente y me encontré con más y más árboles, perdida entre ellos…
Comencé a retroceder, admirando lo oscuro de aquel lugar… ¿Cómo se sentirá estar aquí de noche? Un escalofrío recorrió mi cuerpo y entonces, me topé con un árbol en mi espalda.
Me dejé caer al suelo nevado y me tranquilicé, después de haber llegado al punto máximo de la emoción, al clímax… la calma era la más hermosa…
Me llevé mi instrumento a la boca y comencé a tocar la melodía que mejor me sabía… dulce, calmada… con la que más me identificaba, la que más amaba, yo… en ese momento, me perdí…
Cerré los ojos y comencé a hacer mi mayor esfuerzo, a liberar mis emociones, a ser yo misma con la música… comencé a emocionarme, a sentir lo que yo quería, cuando… por fin abrí los ojos…
El miedo inundó todos mis sentimientos positivos… el pánico se apoderó de mis venas y la dulzura se esfumó…
Había un enorme, largo, feroz y negro lobo en frente de mi, a máximo 2 metros de distancia, quien me miraba sereno, con aquellos brillantes ojos amarillos…
Dejé de tocar inmediatamente. A pesar de que tenía mucho miedo, decidí no correr, pues inmediatamente me convertiría en su presa, entonces ¿Qué debía hacer?
El lobo me comenzó a gruñir, mostrando sus afilados dientes, haciéndome temblar del miedo… debía pasar desapercibida para el, si, debía mantener la calma y quedarme quieta…


El lobo gruñó más intensamente y dio un paso al frente. ¿Cómo podía tranquilizarlo? ¿Cómo? Las piedras solo lo harán enojarse más… entonces… debía tocar la flauta.
Me llevé el instrumento a los labios y comencé a tocar nuevamente, la misma tonada, intentando que el lobo se tranquilizara, parecía dar resultados…
Él, retrocedió unos pasos y se sentó a escuchar tranquilamente, moviendo incluso la cola y mirándome fijamente… parecía agradarle, parecía disfrutar de la música.
Cuando terminé de tocar, el lobo se dignó a simplemente levantarse y marcharse entre los árboles.
Me puse de pie y salí corriendo hacia la cabaña. Aún sentía un poco de miedo, pero me había impresionado que al lobo le había gustado mi música… ¡Le había gustado! Eso era motivo de orgullo para mi…
Llegando a la cabaña, no conté absolutamente nada del lobo ¡NO! Si les dijera, de seguro me regañarían o matarían al lobo.
Estando en mi habitación más tarde, me puse a reflexionar sobre lo que había ocurrido, mis sentimientos, y ese lobo… ¿Por qué no me atacó? ¿Por qué le gustó la música? No lo sé… pero de lo que sí estoy segura, es de que lo volveré a ver… lo prometo, lo volveré a ver…

continuara...

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Grito 7 Noche 3 Love like Winter «Amigo»

It’s in the blood, it’s in the blood I met my love, before I was born She wanted love, I taste of blood

4 comentarios:

Shaskia ZambranoV dijo...

wow!!! q increiblee!!!! kieroo maaaasss!! estar super sigue asi mili! :D

Laura dijo...

INCREIBLE!!!!
no tengo palabras
no se pero fue emocionante
y la musica
como que te identificas
me encanto
espero el siguiente
saludos

Anónimo dijo...

aaaaaaaah!! m nkantaaaa!!
ojala puedas subir el sgte prontoo!
io ya conocia a Alex Evans :3...s tan lindo! xb
sigue asi!
salu2...
Kriss

Anónimo dijo...

Disculpaa x no comentar el cap anteriorr :) es q no tenia internet :(
pero estuvieron muy buenos los 2 cap.. a pesar de q no es de bill.. iguall me encantaaa.. xD
ya kieroo el otrooo
María