jueves, 17 de marzo de 2011

Grito 2 Noche 3 Still Doll «Retorno»

¡Hola! ¿Como estan? Yo terminando de escribir el new cap.. perdón si no está muy descriptivo pero es que tengo mucho que hacer y me he tomado un tiempo para poderles traer un nuevo capi ¿Vale? Espero que les guste y que se asusten ;D ok no e.e eso no haha... las quiero mucho y agradezco TODOS y cada uno de sus comentarios hehe... cuidense, besos ¡Bye!
P.D.1. Irene... ya se extrañaba por aca eh... haha.. gracias por ayudarme con mis lectoras de verdad tqm :3
P.D.2. Raven.. haz tu tarea xDD haha... no te creas nena que bueno que ya estas de vuelta eh :3
P.D.3. Yazz... aqui sigo esperando new cap eh ¬¬ que inicies con la 2 temporada de tu vida es mi sueño si si n.n tqm

Grito 2 Noche 3 Still Doll «Retorno»



Las lágrimas se empezaron a derramar por mis ojos, joder, lo que me hacía más trizas, es que aún sonreía, alegre, por casi obtener su vestido azul…
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Ataúd, flores de todos los colores, vestidos negros, lágrimas y café. Me encontraba en el velorio de mi dulce Nikki. ¿Cómo fui a llegar esto? Me lo preguntaba una y otra vez.
Cada segundo en ese lugar me hundía más y más en mi amargura… yo la quería, si, la quería y justo por eso lo hice… jamás creí que un estúpido deseo pudiera llegar a tanto. Lo formulé bien, no hay pretexto para que todo haya salido mal, entonces… ¿Por qué?
Ni siquiera llegó a su cumpleaños… jamás le dije cuánto la quería ni le di un beso, ni tuve el orgullo de dirigirme a ella como novia. Todo se acabó.
Ojala y ella se haya marchado feliz ya que decidí comprar el vestido azul que tanto anhelaba y con ese mismo la han sepultado.
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Pasó el fin de semana y consigo lunes, martes, miércoles, jueves y hoy finalmente es viernes. Nada ha cambiado, más bien el panorama pinta más negro cada día.
Tom me acompañó en mi llanto, en mi dolor, en mis desvelas y me dio mil y un discursos, consejos y sermones sobre que no estuviera triste, si, que le guardara luto por unos días, quizás meses, pero que no se me arruinara la vida por completo, uno nace solo y solo se muere. El no simplemente comprende.
No comprende que realmente estaba enamorado de ella, que era mi más preciado tesoro en este mundo y que una parte de que falleciera fue CULPA MIA. Si, si jamás hubiera pedido el vestido, jamás hubiera pasado ese maldito auto, y si ese maldito auto jamás hubiera pasado, en este momento estaría ayudando a Nikki a preparar su fiesta de cumpleaños. Que amargo fue este trago.
Ojala nunca hubiera tomado esa maldita muñeca.
Me levanté de mi cama y tomé a la causante de todo esto. La miré fijamente, acaricié sus suaves tejidos y me volví a sentar en mi cama, recargado hacia la pared.
Tenía miedo, sentía escalofríos en mi cuello, mi abuela tenía razón, quizás esa muñeca solo traía cosas malas pero… en un principio pensé que no sucedería nada y ahora… y ahora he digerido el sándwich que deseé aquella noche.
Me detuve a pensar claramente unos y momentos y… espera… la muñeca concede deseos ¿No? Oh, Dios, ¿Fui tan bruto que jamás me di cuenta del poder de la muñeca? Si ésta la mató… ésta misma la puede revivir ¡Claro! Que idiota fui.
Me paré en el mero centro de mi habitación, con valor y gallardía. Agarré con fuerza la muñeca, presionándola con voluntad. Cerré los ojos y formulé en el espacio mi deseo.
-Tu, poderosa muñeca… te pediré un deseo más y solo me deberás uno: ¡Quiero que Nikki regrese sana y salva, deseo pasar el día de su cumpleaños con ella, a su lado, viva, real…!
Los vellos se me pusieron de punta al sentir como se retorcía en mi mano…
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Sábado, el día de su cumpleaños. Si, ayer pedí un deseo pero… jamás volvió. Bueno, estoy exagerando, no se ha terminado el día, entonces… puede volver aún ¿No? Es la 1:00PM y mi hermano y mis padres salieron en un viaje. Yo no quise ir pues puse de pretexto mis tareas aun que en realidad me he quedado acá para festejar el cumpleaños de Nikki a su lado como pedí a la muñeca.
Estuve esperando… esperé, esperé, esperé y esperé hasta quedarme dormido en el sofá de la sala.
Ni siquiera me tomé la molestia de comer algo, ansiaba mucho volver a ver a mi amor así que ni tener hambre me importó, yo tan solo anhelaba verla.
Desafortunadamente, escuché el reloj cu-cu sonar 5 veces… las 5:00PM y no llegaba.
Eché un suspiro al aire pensando en que todo esto fuera una simple coincidencia cuando la piel se me heló al escuchar el timbre de la puerta.
“Será ella?” Fue la idea que cruzó mi mente.
Me puse de pie lentamente, desprendiéndome con cuidado del sofá, poco a poco, poquito a poquito…
Comencé a caminar lentamente, saliendo de la sala como un gato cuyos pasos no se escuchan, solo se sienten.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza, con presión, podía sentir el ácido en mis venas. Con forme me acercaba a la puerta sentía más presión, casi iba a vomitar.
Llegué justo atrás de la puerta y volvió a sonar el timbre, insistiendo.
Alcé mi fría mano y rocé con la punta de los dedos la pelilla. Jalé con cuidado y abrí la puerta.
Mis ojos se tornaron sorprendidos, el aire casi se me va y por poco caigo al suelo de la impresión. Efectivamente, era Nikki con una amplia sonrisa, descalza, terrosa y con el vestido azul un tanto rasgado. Me estaba saludando con la mano
-Nikki… -Susurré su nombre y toqué su brazo. Estaba más que helado-
-¡Hola, Bill! ¿Puedo pasar? –Las palabras brotaron de sus labios… actuaba como si… como si nada de esto hubiera ocurrido-
-Si, si, pasa…
No hice más que sonreír. Esta era un experiencia más que bizarra, la más extraña y fantástica que había vivido pero… era agradable… ella se veía hermosa, linda y tierna aun que… un tanto pálida.
-Hey, ¿ya viste mi vestido? –Comenzó a dar de vueltas bailando, luciendo su vestido como si fuesen olas del mar-
-Se te ve precioso… te ves más bella que nunca…
Ambos reímos y pasamos a la sala donde platicamos y cantamos toda la tarde.
Esos momentos eran como un sueño… si, estaba más que convencido de que todo eso era un completo sueño… Nikki estaba de regreso, y si de verdad todo esto fueran alucinaciones ¡Que importa! Prefiero vivir en un delirio…
Canté las mañanitas para ella, bailamos como locos la música que provenía del televisor, le recité 4 poemas que me sabía de memoria, nos abrazamos, gritamos y platicamos como nunca. Simplemente nos comimos la luna en un mordisco.
Toda la tarde fue de risas y cariño… todo marchaba bien aun que… hasta cierto punto, al anochecer… Nikki comenzó a desprender un olor un tanto desagradable y unas terribles ojeras negras opacaron sus lindos ojos azules…
-Bill… escucha, toda esta tarde me la he pasado excelente contigo y… -¿Se me iba a declarar? Oh, Dios, pero eso me corresponde a mi-
-¿Qué, Nikki, que? –Acaricié su sedoso cabello, percatándome después de que una hebra de éste quedó en mi mano-
-Desde hace tiempo te he querido decir que… te quiero… -Cada palabra que decía, se me hacía horrorosa por que sus dientes comenzaron a caer uno a otro, desprendiéndose así como así, cayendo al piso, perdiendo toda su belleza-
-Yo también te quiero, Nikki, yo también te quiero… -Mis piernas comenzaron a temblar al notar su color verdoso y los mechones de cabello rubio cayendo al piso y quedándose en el sofá-
-Entonces… dame un beso…
Ella se comenzó a acercar a mi poco a poco con los ojos cerrados… ¡Pero como apestaba! Mi estómago se revolvió por completo al verla medio calva, putrefacta y sin dientes.
Me hice para atrás para que no me alcanzara, ahora me arrepentía del deseo… ¿por qué ocurre esto? Volteé a ver a un lado y a otro para ver la forma de zafarme pero tuve que tomarla del rostro y pronunciar:
-No lo arruines, Nikki… el beso debe ser… mágico… improvisado…
Ella abrió los ojos y me miró fijamente, confundida, un tanto… rechazada.
-Pero yo quiero un beso…
-No, Nikki…
Respiré profundamente y mi labio inferior comenzó a temblar. Retiré mi mano de su mejilla, estremeciéndome al ver en mi mano un trozo de su piel, reseca y frágil.
Tiré con nerviosismo el pedazo y me volví a mirarla… ese no era el único pedazo desprendido, parte de su cuero cabelludo se encontraba en el sofá y en su sonrisa quedaban tan solo 4 dientes.
-Bill… -Susurró mientras me comenzaba a levantar del sofá cuando…-
Se fue la luz. ¡Que carajo! Ahora me encontraba a oscuras con un zombi que me quería besar.
No sabía qué hacer… apestaba más que horrible y sentí su mano que tomaba la mía… ¡Me iba a besar improvisadamente!
Me puse de pie y la dejé sentada en el sofá, retrocediendo y escuchando el crujido del suelo por mis pasos.
-Hum… ya vi lo que quieres hacer, Bill… ¡Jugar a las escondidas!
-Si, si, ándale… si me atrapas soy tuyo… -Ahora debía rezar por que no me encontrara-
Salí corriendo por el pasillo recordando que había dejado la muñeca en mi chamarra para tenerla al alcance.
-Uno, dos, tres, cuatro besitos quiero para mi mua mua, cinco, seis, siete, ocho dados por Bill… -Nikki cantaba intentando encontrarme-
-Muñeca, muñeca…- Buscaba desesperadamente-
A parte de desorientado (por que no sabía ni en qué parte de la casa me encontraba), estaba casi orinado en los pantalones.
Escuchaba su risa, sus gritos, sus cantos y tan solo un paso en la madera por que… quién sabe que habrá pasado con su otro pie…
Finalmente encontré la muñeca. Salí corriendo a esconderme a la sala, aun que no viera nada.
Iba a toda velocidad cuando resbalé y caí al piso haciendo gran escándalo, mostrando dónde estaba.
-¡Ya te oí! –Rió-
Intenté ponerme rápido de pie cuando me encontré por qué me resbalé. Era una bolita pegajosa del tamaño de un… ¡OJO!
Lo aventé horrorizado y me arrastré en la alfombra hasta detrás del sofá.
-Muñeca, muñeca, por favor… que Nikki regrese… que vuelva a dormir…
Formulé el deseo con lágrimas en los ojos y entonces… su risa calló. Alcé el oído para tratar de escuchar que de verdad ya no estuviera y fue correcto… ella ya no estaba, solo se encontraba el eco de su risa cristalina.
Me quedé unos momentos llorando detrás del sofá cuando la luz regresó.
Aterrado, me puse de pie y vi que no quedaba ni un solo rastro de Nikki… ahora de seguro se encontraba feliz y tranquila en su sudario.
Abrí la puerta del patio y respiré aire fresco… tomé la muñeca, la observé y pensé en todas las desgracias… hice un gesto y la arrojé al bote de basura, limpiando mis lágrimas…

FIN

- - - - - - - - - - - - - - - PRÓXIMO GRITO - - - - - - - - - - - -
La noche empieza a caer, es una noche cálida de Paris.. las nubes se tornan color rosado y morado, mientras resopla un cálido viento nocturno... la ciudad está en calma excepto por el, ese chico de delgada figura parado en la corniza de un edificio... ¿Alguna vez se preguntaron por qué Bill querría suicidarse en Spring Nicht? En este grito y bajo la luna obtendrán la respuesta...

Próximo Grito: Grito 3 Spring Nicht «Anochecer»

Ich schrei in die nacht für dich, lass mich nicht im stich, Spring Nicht.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

O.O...waaaa!!!
mui bueno el capi!:3 (q horror!...a Bill casi lo besa un zombi...)
ojala puedas subir otro pronto n.n
Kriss

Anónimo dijo...

Hay buenisimo!!
Me dio mucho miedo cuando se fue la luz :S
Buehh tambn algunas partes me dieron mucha risaa jeje
Maria

maria dijo...

:OOOO
OH DIOS!
POBRESIITO Billy!
:O
Perseguido x un Zooombie!
Ai Dios :K
hahha Me Encanto ñ.ñ