Grito 2 Still Doll «Muñeca»

¡Hola! ¿Como están, eh? Yo aquí apurada con Still Doll!! Se los juro... pfffff quiero agradecer todos sus comentarios y su fidelidad y paciencia... Gracias... por eso he preocurado subir capitulo el día de hoy, viernes para que este fin de semana puedan leer el nuevo grito que, en lo personal, tiene dedicatoria. Así es, la dedicatoria es para -tambores- ¡Mi abuelito! Haha... si, exacto, es para mi abuelito ya que estaba basada en un cuento de horror que el me contó cuando tenía 7 años... juro que se me quedó muy marcada la historia junto con otras como 30 por que la pequeña Mili no se dormía con Blanca Nieves o con Cenicienta, si no con cuentos raritos de terror que su abuelito leía :3 si, y por eso he decidido volver fic "La pata de mono" mi cuento preferido. Espero que disfruten de esta bizarra historia y que este inicio no les aburra mucho ¿Sale? Las quiero, besos, bye!!
P.D. Nena, la del metro __th-fur-immer__ ay ay ay no te recuerdo D: dime tu nombre por fa.. muchas gracias por seguir mis fics!! De verdad muchas gracias... oye, ¿En donde publicarás el tuyo? Para que lo pueda leer... y dime, ¿de que trata?

Grito 2 Still Doll «Muñeca»

Siempre me han aburrido esas reuniones familiares a las que va hasta el barrendero de la cuadra. Si, ir a la casa de la abuela Kaulitz es una experiencia más que religiosa… no, es más bien… ligeramente sofocante…
Tom, mi hermano gemelo, y yo nos dirigimos precisamente a la boca del lobo, donde muchas señoras gordas y grasosas nos van a ver y van a hacer comentarios como “Ay, Billito, ¡Como haz crecido! La última vez que te vi estabas en tu triciclo” “Ay, Tomy, ya eres todo un hombrecito, estás bien fuertecito para el trabajo” y mil y un comentarios estúpidamente empalagosos. Peor aún, nos van a rellenar como si fuéramos puerquitos de Navidad con sus complicados guisados tradicionales.
-Chicos, ya llegamos… -Escuché la voz de mi madre avisarnos. Es algo terrible, el camino se me hizo muy corto y la verdad era que nada en esa casa me emocionaba, excepto la biblioteca y las historias de mi abuelo-
Tom y yo nos miramos, asentimos con la cabeza y bajamos ridículamente perezosos, como si algo nos pesara entre las piernas.
-Eh, Bill… -Susurró Tom a mi oído en la entrada- mejor vamos con cuidado para que no nos vea ninguna otra vieja que no sea nuestra abuela…
Por favor, que no nos vieran era ridículo. Esas señoras tienen un radar de muchachitos impresionante.
-Tom, pobres señoras, ambos sabemos que las odiamos pero no se lo tienes que gritar en sus caras…
Nos topamos que la sala (el primer obstáculo) estaba llena de esas “brujas”
-Ay, no… -Tom hizo un gesto-
-¡TOMY! –Comenzamos- ¡Estás gigante! ¿De que talla eres?
-No lo se, tía… siempre compro ropa grande… -Dijo apretujado entre los brazos de la tía Rossi-
-Estás bien guapote, Thomas… solo que mejor te cortas ese cabello… -Nuestra abuela entró a la sala con galletitas horneadas en una charola-
-Eso le he dicho, pero no quiere hacer caso… -Mamá se quejó y se sentó en uno de los empolvados sillones, tomando una que otra galleta-
-Si, los muchachos de ahora están muy rebeldes, pero deben de aprender que mientras vivan bajo nuestro techo deben seguir nuestras ordenes –Habló la mejor amiga de la abuela, la Señora Isabelle, mirando fijamente a Tom-
-Si y por eso ahora se va a cortar el cabello –Insistió Rossi-
-Abuela, mamá, tía… son rastas, no se cortan…
-Pues entonces las quemas… -Todos en la habitación rieron con el comentario de la abuela, incluso yo.-
-Billy… ¿Por qué te escondes detrás de tu hermano? –Osh, ahora van conmigo…-
-Si, Bill… te ves muy delgado, te hace falta comer y hacer ejercicio…
-¿Bill lo que traes en la ceja es un fierro? –Piercing, se llama piercing-
-No, es que…
-No me digas que eso de tu brazo es un tatuaje –Ya me descubrieron-
-No, es…
-¡Pareces delincuente!
-¿Eso que traes en los ojos son chinguiñas? –La abuela se acercó a tallarme los ojos para quitar las “chinguiñas”-
-¡NO! Abuela, no me toques, no me toques ¡No me toques! ¡Vas a correr mi delineador! –Comencé a gritar como loco, mientras la abuela me sostenía la cabeza-
-Delineador… ¡eso es para niñas, Bill! ¡Queremos un hombrecito, no una niña/niño! –La abuela me jaló mientras yo ponía cara de ---- D: y sentía como me corría y embarraba de su baba, dejándome como mapache mal cuidado-
-Vete a lavar mejor la cara, Bill, pareces una bruja –Pronunció Isabelle… ¡Jaja! ¿Y ella que es? ¿Una princesa o que?-
Fastidiado, asentí con la cabeza y escuché las burlas por debajo de mi hermano. Echando pestes al aire caminé hacia el baño y me miré al espejo… de verdad que me habían dejado en ridículo. Negué con la cabeza y me lavé la cara… menos mal que no dijeron nada de mi cabello.
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Así transcurrió toda la tarde, llena de comentarios empalagosos, comida tradicional, música alemana, brindis e historias y anécdotas de la familia que era la parte más entretenida.
Todo iba bien, aunque hasta cierto punto me llegué a aburrir y decidí ir a la biblioteca del abuelo, donde no nada más había 7 libreros si no que había estantes, bueno, más bien vitrinas de cristal donde estaban colocadas cuidadosa y metódicamente muchas curiosidades que él había encontrado en el transcurso de la vida.
Estaba repleto de rarezas de todo el mundo, desde juguetes curiosamente fabricados hasta tarritos de barro. Estaba completamente repleta, no había ni un solo espacio sin llenar y ningún rincón vacío de alguna historia, era tan entretenido observar cada uno de los objetos que podría pasar horas viéndolos.
Estaba entretenido cuando Tom entró ruidosamente a la biblioteca y se paró a mi lado.
-¿Qué haces, brujita? –Se burló-
-Oye, no me vuelvas a decir así que me cae mal… -Fruncí el ceño y continué mirando el estante-
-Pfff ¿no te aburres de ver cositas viejas?
-¿Tu no te aburres de ver todo el día chicas en bikini?
-Oh, Bill, es algo distinto, ver a una chica en bikini es más interesante… -movió las cejas-
-No, Tom, aquí hay tantas cosas, mira ese barquito… -Lo señalé-
-Vamos a verlo de cerca…
-¡NO! D:
Casi se me sale el corazón por la boca al ver al salvaje de Tom abrir así como si nada la vitrina y tomar bruscamente el barquito.
-Ten cuidado, Tom, no es cualquier cosa, no son tus calzones…
-Ay, Bill, exageras, no se cayó nada, ¿lo vez? –Al tiempo que Tom habló, un objeto cayó directo al suelo-
-¡Tom! –Me alarmé y me agaché corriendo a tomar lo que se había caído, topándome con una muñeca-
La levanté delicadamente y me quedé observándola. Era pequeña, diminuta, cabía casi en mi mano. Estaba bien hecha, con bordados delicadamente finos, portaba un vestido de rojo de terciopelo y tenía un aire un tanto misterioso.



-¿Qué tanto le vez? –Tom me la arrebató y la observó-
-Tom, trátala con cuidado, recuerda que es del abuelo…
-Oh, ya vi por que te llamó la atención, ¡Se parece a tu novia Nikki!
-¿NIKKI? ¡No es cierto! Además no es mi novia…
Ahora se preguntarán ¿Quién demonios es Nikki? Respuesta: Ni yo lo se.
Bueno, ella es como mi amiga pero tiende a ser más que eso, es como mi “amigovia” la cual adoro y su cumpleaños está cerca.
-Claro que lo es, y si no, entonces está cerca… -En eso, entró la abuela y nos arrebató la muñeca de las manos-
-¿Quién abrió el estante? –Preguntó-
-¡EL! –Tom y yo nos señalamos-
-Bien, lo tomaré con que la abrieron los dos, pero no anden jugando con estas cosas por que pueden ser peligrosas…
-¿Peligrosas?
-Si, pero mejor olvídenlo, mira Thomas, te presento un arma de la segunda guerra mundial
-¡WOW!
-Ya no sirve, eh…
-Aaaaaaah… -Tom bajó la mirada y se lamentó-
-Y a ti, Bill, te enseñaré… a ver… -buscó en la vitrina- una copa de oro…
-Wow… -La tomé no muy feliz y la observé. Aún estaba intrigado con la muñeca ¿Por qué sería peligrosa?
-Todo está muy bonito, abuela –le devolví la copa y el barquito que había aventado ya Tom- pero me interesó más la muñeca…
-Bien, mira Billy, la muñeca fue vendida a tu abuelo por un marinero ruso hace muchísimos años, pero éste señor no se veía muy feliz con ella que digamos, por eso la vendió…
-¿Y por que no estaba muy feliz?
-Pues… mira, Bill, no me parece muy apropiado que sepas por que…
-Por favor… -hice pucheros-
-Ay, bueno, dicen que concede 4 deseos pero… no todo sale bien después de pedirlos…
-Oh, ya veo… ¿tu ya los pediste?
La abuela se quedó pensando unos momentos y negó con la cabeza. Acomodó en la vitrina el barquito, la copa y la muñeca, quedándose aún Tom con el arma.
-Abuelita, ¿me la puedo quedar?
-No, Tom devuélvela
-Pero…
Tom entregó el arma y la abuela nos dirigió a los libreros, alejándonos de la vitrina con la muñeca.
-Te prometo que secuestraré esa arma, te lo prometo…
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Ambos íbamos en el carro de regreso a nuestras casas, la tormenta del día por fin había pasado… no podía ser más feliz.
Debo admitir que seguía pensando en la muñeca, algo me había atraído de ella, es más, tenía el deseo de volver y buscarla, tomarla y secuestrarla.
-Bill, vas muy callado –Pronunció Tom-
-Lo siento, Tom estoy pensativo…
-Hey, adivina que me traje de la casa de la abuela… -Rió burlonamente-
-Osh, Tom, te dije que no te trajeras el arma pero no me hiciste… -Me quedé mudo al notar que lo que traía en el bolsillo Tom era la muñeca que tanto deseaba, esa que me había intrigado y que llegando a la casa probaría…-

continuará...

- - - - - - - - - - - - - - - - Próxima noche - - - - - - - - - - - - - -
Nikki... tan bella y gentil... se merece el mejor regalo del mundo, y viendo que la muñeca si sirve ¿Por que no pedir el deseo? "Ten cuidado" una voz en mi interior me lo avisa pero... ¿Que es lo peor que pudiera ocurrir? Muerte, eso es lo peor...

Próxima noche: Grito 2 Noche 2 Still Doll «Vestido»

Hi, Miss Alice anata garasu no me de donna yume wo mirareru no?