Capitulo 2 Con los nervios a flor de piel

 ¡Hola! ¿Cómo están, chicas? n.n Yo me presento aquí algo emocionada por este cap.. haha, admito que fue divertido de escribir. Mil y un gracias por sus comentarios... espero que les guste y agrade volver a ver a Bill en aprietos xDDD hehe... espero sus comentarios como siempre. Cuidense mucho, chao n.n
P.D. Adriana (¿Así te llamas? ¿O me equivoco? D:) bueno... adrianoideKltz, quiero agradecerte de verdad por expresarte así de mis escritos n.nU comentarios como el tuyo me levantan el ánimo :D ah, y no te preocupes por Aldo, no va a salir aquí... ¡PERO! Alguien similar a el si :B hehehehehe... tu sabes, debe haber una manzana de la discordia, si no, no es interesante ;3
P.D.2. Lizaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa n.n arigato gosaimas por comentar n.n haha... obvio, la molecula... debería asegurar sus brazos O.O hehe tqm :3
P.D.3. Ok... si bien recuerdan, les dije que en una entrada no pondría a Bill como Ink Angel, y esta es ésa entrada... espero que no les moleste que ponga a mi Uruha u.u lo que sucede es que el cambio de Bill me lo imagino así como el de las fotos :3 después de esta entrada, Bill seguirá siendo Bill xDDDD
P.D.4 No pude encontrar completa la canción que sale en el cap... dejo un pequeño fragmento después de la primera canción, pero les doy el nombre para que la escuchen entera mientras leen The invisible wall - the GazettE

Capitulo 2 Con los nervios a flor de piel

Bill's POV (Point of view)

El frío viento me envuelve y quema como fuego. Voy a una velocidad realmente excedida… ¿Creen que esto esté mal? Bah, después de romper tanto las reglas, después de cometer tantos delitos… ¿Qué hay de malo en un exceso de velocidad?
En primer lugar, la motocicleta es robada, en segundo, estoy prófugo, en tercero, tengo una identidad falsificada… ¿Qué puede ser peor?
Es de noche y a penas puedo ver la carretera. Creo que mi visión nocturna se está deteriorando…
Dianne… no soporté perderla, es como si me hubiesen arrancado el corazón y roto en pedazos, como si me hubieran quitado la mitad del alma… la amo, y prometo no perderla de nuevo.
Llevo semanas buscándola, tratando de encontrar una ilusión, algo que me pueda hacer vivir de nuevo, por que ahora… estoy muerto… muerto en vida.
Después de aquella noche fría, en la que fui herido… quedé en un pequeño coma, y eso es tan… vergonzoso.
En cuanto desperté, me encontré en 4 paredes blancas. Estaba totalmente confundido, un tanto ebrio, e incluso pensé “¿El manicomio?” pero afortunadamente no. Sólo un hospital.
Recuerdo perfectamente que había una enfermera joven, delgada, pelirroja y tonta, la cual siempre me atendía. Me llevaba de comer a la cama, me daba mis medicamentos y platicaba conmigo. De vez en cuando, me acariciaba la cabellera y me decía piropos… ¿Sería que yo le gustaba? ¿Acaso no sabía quién soy?
En fin… decidí tomar provecho de su “gentil forma de ser” y, una mañana comencé a seducirla, a convencerla de torpezas…
Lía. Ese era su nombre.
- - - - - - - - flashback- - - - - - - - -
-Bien, Bill… ¿Se te ofrece algo más, cariño? –Pronunció recogiendo el plato vacío de cereal y el jugo a la mitad de naranja que me había traído de desayunar.
-Hum… ¿En verdad te tienes que ir? –Dije dedicándole una amable sonrisa-
Con un leve rubor en sus mejillas pronunció:
-Si… tengo que atender a otros enfermos… pero prometo regresar…
-Ah… oye, ¿podrías dejar abierta la ventana, por favor? Es que hace muchísimo calor, creo que me tostaré si me mantengo encerrado… y tu no quieres que me tueste ¿O si?
-Claro que no… -Dijo abriendo de par en par las ventanas- no queremos que te pase nada malo, Bill… tú sabes que yo haré todo para que estés cómo aquí…
-¿En serio? –Relamí mis labios-
-Por supuesto… -Asintió alegre-
-¿Cualquier cosa?
-Sí, ¿Por qué? ¿Qué se te ofrece?
-Mira… últimamente la bata me ha estado dando comezón… me pica mucho la espalda, así que… quería pedirte el favor de que me trajeras mi ropa… ¿No es ningún problema, verdad? –Hice un gesto tipo “auch”-
-¿Con la que ingresaste al hospital?
-Ándale, esa… no importa si está ensangrentada, tu sabes… es nada más para quedarme en mi habitación, ¿No?
-Bueno, Bill, -Se frotó la cabeza- voy a hacer lo posible por traértela, sólo espérame, es que no se tienen que dar cuenta, no lo tengo permitido…
-Pero este va a ser un secreto entre los dos, ¿Vale? Es nuestro secreto…
-Vale, Bill… te voy a traer tu ropa… -Dijo encantada por el uso de la palabra “nuestro”-
-Muchas gracias, Lía… muchas gracias… eres muy amable -Hice una leve reverencia con la cabeza y ella salió de la habitación-
- - - - - - - - fin del flashback - - - - - - - -
Efectivamente, Lía se las arregló por conseguir mi ropa y una chamarra negra de otro paciente despistado.
En cuanto ella se fue, inmediatamente me puse de pie y me cambié como loco. Corrí hacia la ventana y vi que para mi fortuna, me encontraba tan sólo en el tercer piso… no sería tanto problema brincar.
Me asomé y calculé la caída… sería encima de un carro, posiblemente me quebraría una pierna y causaría escándalo, pero no me importó en lo absoluto.
Esperé que dieran las 3:00PM, hora en que todos están comiendo, la calle casi no es transitada. Crucé los dedos y me lancé.
Afortunadamente, reboté contra el carro y caí a la banqueta.
Me gané algunos moretones, pero la prisa y la desesperación dolían más. Me puse de pie sin importar mis lesiones y salí corriendo…
¿A dónde me dirigía? La verdad era que a la boca del lobo… al bar de mi padre. ¿En dónde más podía estar seguro?
- - - - - - - - - flashback- - - - - - - - -
Eran alrededor de las 8:00PM. Ya había robado una motocicleta roja, había conseguido un poco de dinero, y con éste, un mejor aspecto.
El antro definitivamente estaba lleno… una persona con claustrofobia moriría ahí dentro.
Las sombras de un montón de jóvenes bailando, tomando y quizás drogándose, se reflejaban en las paredes, junto con luces negras y verdes.
Había escuchado que durante el tiempo que pasó mi padre sin mí, se había vuelto muy malo… más de lo que ya era.
Había escuchado que estaba involucrado en la mafia, que era un estafador, que había cometido quizás algún homicidio, y que le había dado la vida al asesino del momento: Ink Angel.
Caminé recto y decidido hacia la barra, si bien lo recuerdo, el que sirve los tragos es el mismísimo dueño del bar, así que debía encontrarme a fuerza con él de frente.
Por mi altura, no me costó trabajo alguno sentarme en una de las altas sillas de madera. Me recargué, y esperé a que me atendieran.
Me asomé para ver si realmente mi padre servía las bebidas. La pared estaba repleta de botellas y copas, de todos los colores, tamaños, y formas.
Rápidamente, localicé a un tipo de camisa negra, pantalón blanco de casimir y sombrero corriente.
Forcé la vista para verlo mejor, y mi radar inmediatamente me avisó: afirmativo.
-¿Qué se te ofrece, amigo? –Se acercó a mí y preguntó amablemente. Traía una cicatriz en la cara… eso era nuevo-
-El mejor licor que tengas… -Pronuncié firmemente y esperé su reacción-
-Inmediato –Tomó una pequeña copa, y en mi cara abrió una botella roja- ¿Sabes algo? Tu cara se me hace familiar… ¿De dónde nos conocemos?
-Vaya, vaya, vaya, Jörg… ya ni a tu hijo reconoces… -Me descaré por completo-
-¿Bill? ¿Eres tú? ¡VAYA, QUÉ SORPRESA! Creí que seguías en coma, o si no, que estabas en la cárcel… -Sirvió otro trago a la par- ¡Oye, tú! –Llamó a una camarera- sigue sirviendo las bebidas, yo me voy a tomar un trago con él –Me señaló-
La chica asintió amablemente y se colocó en su puesto.
-Bien hijo… ¿A qué se debe tu agradable visita? –Se empinó la copa y se bebió todo-
-Quería pedirte un favor… -Con mi dedo, acariciaba el borde de la copa, sin beber ni un sorbo-
-¿Qué se te ofrece? ¿Casa nueva? ¡Olvídalo! Búscate otro apartamento… la caída del ángel de tinta me ha decepcionado mucho… ¿Qué te pasó? ¿Es cierto que de verdad te enamoraste?
-Sí, padre… estoy enamorado, a eso se deben mis torpezas. –Empiné la copa y tomé la mitad-
Entre los dos se hizo un silencio incómodo… al parecer había pronunciado las palabras mágicas para que mi papá se encabritara… oh, Dios… han sido ya demasiados golpes para mí como para que me descuenten ahora mismo en un bar…
-Hasta donde yo tenía entendido… tú eras un jodido sádico fuera de tus casillas… eso me gustaba. Entonces… ¿Por qué tu vida cambió tan de repente?
-Papá… yo… no sé que voy a hacer… la quiero mucho, y no soportaría perderla, necesito… tu… ayuda… -Pronuncié por lo bajo-
-¿Mi ayuda? ¿Para qué? ¿Qué quieres? ¿Que te escriba poemas y te enseñe a bailar? Puedes irte ahora mismo al infierno si eso es lo que deseas…
-No, quiero dinero… ¡DINERO! Eso es lo único que te pido… dinero…
- - - - - - - - fin del flashback- - - - - - -
Hasta ahí llegó la conversación pasiva. Jörg explotó como león y me dio una buena regañiza… por primera vez en la vida, lo vi como un buen padre, regañando a su tonto y decepcionarte hijo.
Me insultó, me dio un golpe en el ojo, me reventó la boca, me reprochó la hermosa casa que tenía, me reprochó lo débil que me había vuelto y me prohibió volver a ver a Dianne, pero como sabía que eso era imposible, terminó por darme todas las ganancias de ese día en el bar.
Me prohibió darle las gracias, pero de todas maneras lo tuve que desobedecerlo… de no ser por él, ahora mismo estaría mendigando en la calle, durmiendo bajo el puente, en una caja de cartón.
Lo que sigue a ese amargo trago, es otro aún peor… bueno, en sí es un poco más… rojo.
Con el dinero del bar, me alcanzó para rentar por un mes un pequeño apartamento, más bien era sólo un cuarto… las paredes eran verdes, y la humedad estaba ennegreciendo las esquinas del techa.
La cama estaba un poco dura, el sofá deteriorado y el lavabo un tanto sucio.
Las cortinas eran color café, y unas apolilladas persianas impedían que la luz del sol entrase… nadie me podría encontrar en un lugar tan apartado.

Antes de ingresar a esa jaula (o cárcel, como ustedes gusten), compré suficiente comida enlatada para sobrevivir en el mes, compré alcohol y medicamentos, ropa, maquillajes, cuchillos, navajas, tijeras, todo nuevo para mi regreso.
Si quería continuar con mi amada, tenía que cambiar mi identidad.
Comenzaremos por el nombre… ¿Cuál estaría bien? ¿Jacob? ¿Mike? ¿Alí? ¿Amir? ¿Sebastian? ¿Logan? ¿Cuál sería ese nuevo nombre que ha de representar mi ser? Benjamin… suena atractivo.
Si ya tengo el nombre… ¿Cuál es mi apellido? ¡Parker! No… suena aburrido. ¿Fog? No, muy siniestro… ¡Kummer! No, muy alemán… debe ser un apellido elegante, negro… Black. Benjamin Black, ese sería mi nuevo nombre.
Mi nombre es Benjamin Black y soy un deportista. (¿Eso qué?) Sí, suena ridículo pero… no podía continuar siendo tatuador, incluso si he recibido comentarios como: “haces magia con las manos”, bueno… tendré que sacrificar mi talento artístico, al igual que sus huellas.
Debo trabajar en algo no tan común como el Basketball o el Fútbol… tenía que ser algo a mí estilo, algo elegante, algo agresivo, apasionado y a la vez sensual… tenía que usar un florete y una careta. Esgrima era la respuesta. Tenía que falsificar no nada más mi acta de nacimiento, si no un diploma que demuestre lo bueno que soy en ese deporte, que diga que me he graduado, que soy profesional.
Después de modificar mi información y personalidad, me tocaba lo más doloroso: mi físico.
- - - - - - - - - - - flashback - - - - - - - - -

Pig that is soaked in a soup of crime…

Sonaba música en la habitación de junto. Era una canción de rock muy agradable para mis oídos, al parecer mi vecino no tiene tan mal gusto musical.
Aproveché ese preciso momento de relajación para comenzar con la acción.

Murderer hate yourself.

Me pare en frente del aquel espejo sucio y me miré fijamente.

In the maze without an end, Ayamachi ni obore,

Tomé las negras tijeras y comencé a cortar mi cabello.

In the maze without an end...

Aquellos cabellos tan negros como la noche, tan siniestros como un cuervo, comenzaron a caer lentamente al suelo.

Why do you still breathe?

Seguramente los iba a extrañar, pero me las arreglaría para no perder mi estilo, para que no quedara tan corto…

Sorrow made you, sorrow made you, sorrow made you…

Tomé una navaja y descubrí mis brazos, dejando caer la chamarra negra.

In the bottom of the dark dead sea…

Una parte de mi personalidad son mis tatuajes. En algo tenía que emplear el alcohol y los medicamentos… tenía que deshacerme de parte de mi piel.

Tsugunai tsuzuke and die.

Hice un pequeño corte donde comenzaba freiheit 89, intentando no ver las gotitas rojas que caían al suelo.

Pig that is soaked in soup of crime,

Con cuidado, tome con la punta de mis uñas la piel y comencé a jalar hacia arriba, desprendiendo la tinta de mi brazo.

In the maze without an end

Mi brazo comenzó a temblar a medida que quedaba a flor de piel… había instantes en los que se iba más adentro y sangraba más.

Ayamachi ni obore

Terminando de arrancar el tatuaje, quedó la carne viva expuesta a cualquier infección, virus o algo similar. Ardía, dolía, quemaba, punzaba… ¿Y cómo no soler si me había desollado vivo?

Why do you still breathe?

- - - - - - - - - Fin del flashback- - - - - - - -

De esa manera, arranqué los demás tatuajes, excepto mis alas… su significado nunca iba a desaparecer… nunca, nunca, nunca debían ser suprimidas.
En fin, para no hacer más larga mi explicación, hubo una mañana en la que yo salí libre. Ya no como Bill, si no como Benjamin.
Decidí pasar cerca de la casa de mi dulce amante, y noté algo extraño… llevaba puesto un… ¿uniforme?
Me quedé de pie detrás de un carro y espié sigilosamente cómo empacaba sus cosas y se subía al auto con su padre.
Quedé intrigado sobre a dónde se la llevaban. Repito: ¿Un uniforme?
Investigué con detalle en todas las tiendas, lugares, y con todas las personas posibles hasta encontrar una respuesta: Gertrudis de Altenberg Hochschule, alias, mi objetivo.

continuara....