viernes, 3 de junio de 2011

Grito 8 Cannibal «Pasión»

¡Hola! Pff tenía tiempo que no cambiaba la imagen del blog xDDD haha... después de leer un grito de 6 noches, ahora viene uno de tan sólo una noche. ¿Saben algo? Sin contar este cap, solo faltan 3 para que Scream termine :/ ¡Aaaaah! Y después va ink fall angel D: tengo que apurarme a hacer bien ese fic hahahaha... gracias por sus comentarios, ustedes saben que los adoro n.n...
Pasando a otro tema, anteriormente hice la encuensta de qué tipo de fics preferían, y dijeron que románticos y sangrientos.. bien, este cap contiene de ambas... espero que no lo odien y me golpeen por la trama pero es que... mi lado asesino salió -muajajajaja- *¬* (Se vuelve loca) hehe... voy a ver que les parece ;3 Espero que les guste... besos, ¡Bye!

Grito 8 Cannibal «Pasión»

Aquel cuerpo tan sagrado para mi persona, se encontraba justo frente mí.
En sus ojos podía notar que estaba apagado, como una vela a la que le soplas y queda simplemente la oscuridad.
Ese lindo cuerpo tan delicado, dulce y preciado, se encontraba inmóvil frente a mi, helado, ausente… muerto.
Las manos me temblaban y el sudor escurría por mi frente. La posición de cuclillas era cansada y sentía que en cualquier momento podría caer.
Alcé con cuidado una de las manos con las que me sostenía y noté que estaban teñidas del más bello rojo carmín que jamás pude haber visto. Dulce, intenso.
Era imposible no admirar tanta belleza, digo, es que ese muchacho era realmente bello, imposible que fuera real, era un sueño… uno del cual yo no quería despertar.
Caí de rodillas al suelo y lo vi más de cerca. El olor de su colonia todavía se desprendía de aquellas ropas negras que portaba. Era un aroma penetrante, fuerte, tan fugaz como él.
Posé delicadamente mi mano contra su pecho y la bajé lentamente, acariciando su piel blanca, pura… deliciosa…
Sujeté con fuerza el cuchillo clavado en su vientre y lo retiré cuidadosamente. No queremos lastimar a nuestro Billy… ¿O si?
¡Ah! ¡Qué bellísimo tatuaje el de su firme tronco! Por fin me encontraba cara a cara con él, como lo había deseado siempre, como él lo había negado.
Después de haber rasgado todas sus vestiduras, me encontré con la profunda herida que había provocado en mi amado. ¡Juro que no quería hacerlo! ¡Yo quería obtener su amor por las buenas! Pero el jamás se dejó…
-Bill… -Lancé un suspiro al aire en forma de su nombre- yo te amaba tanto, mi amor… yo te quise siempre, pero al parecer… a ti nunca te importó.
Comencé a darle caricias a ese sedoso cabello negro, tan bien cuidado y muy característico de él, una parte de mí, realmente estaba enamorada de su cabellera.
Siempre había anhelado tan sólo… acariciarlo. ¡No exigía más! Un beso, una caricia ¡Tan sólo eso! Pero él…
-Cariño… -susurré- no había necesidad de llegar a esto –Acaricié con el dedo pulgar sus dulces labios- y tampoco había necesidad de que me trajeras esas bellas rosas… -Volteé a ver a la mesa y se encontraba ahí el único testigo presente: Un ramo de flores rojas-
El color rojo siempre había sido mi favorito, desde que tengo memoria.
El color rojo simbolizaba para mí todos los extremos, toda la vida, todos los sentimientos. Rojo significa amor, rojo simboliza rabia, rojo simboliza locura, significa pasión, entrega, amor, obsesión ¡Simboliza todo lo que sentía por MI Bill!
Siempre deseé estar teñida por completo de ese color, y hoy, se cumplirá poco a poco mi deseo.
Recargué mis sucias manos contra sus hombros y me acerqué poco a poco a sus labios. Presioné con cariño mi boca contra la suya y lo jalé en un beso apasionado.
Tiré violentamente de sus cabellos, rasguñé su espalda con entrega y terminé por mordisquear aquellas frías mejillas, lamiéndolas y presionándolas a toda mi disposición.
-Ah, Bill… -Susurré gimiendo entre beso y beso- si tan solo ésas rosas me las hubieras dado sólo a mí… -Recosté mi cuerpo de golpe contra el suelo y tiré del suyo para que éste quedara arriba de mí- si sólo esas flores hubieran sido únicamente mías… -Acerqué mi boca a su oído- entonces… tu no estarías en esta posición en este justo momento…
Las carcajadas comenzaron a salir de mi garganta en forma de notas pícaras y perversas. Estaba ebria… ¿Por qué otra razón reiría tanto después de cometer un crimen? Las copas que había tomado a su lado antes del pequeño incidente, al parecer me estaban haciendo efecto.
Pregunta: ¿Por qué había tomado a su lado?
Respuesta: Por que le habían roto el jodido corazón y no había nadie más con quién consolarse que con su estúpida, ingenua y dulce mejor amiga, su tonta enamorada, a la cual, terminó por darle las rosas que habían sido rechazadas por la otra.
¡Ah! ¡Pero qué deshonra! Yo me quedo con las sobras del perro ¿No? Toda la vida fue así, hasta esta cálida noche, en la que me toca por fin el plato fuerte.
Totalmente decidida, preparada y ansiosa, tomé con las dos manos el filoso cuchillo y lo clavé de nuevo en su pecho, viendo como poco a poco aquel líquido carmesí caía como cascada hacia el suelo, tiñéndolo de mi tono favorito.
Con uno de mis dedos, tomé una pequeña muestra de aquel vino tinto y lo llevé hacia mi boca.
-¡Delicioso! ¡Dulce! ¡Embriagante! –Grité descontroladamente, pues podría pasar la eternidad bebiendo su sangre.-
Por puñitos, me llevaba lentamente aquel suculento manjar a la garganta.
Realmente gozaba de ese gran placer, que pareciera casi de los dioses.
-Jamás creí que tu sabor fuera tan meloso… -Susurré mientras saboreaba la sangre embarrada en mi boca-
Con todo lo que sobraba, comencé a pintar mi ropa de rojo. Empapé cada milímetro visible de mis vestiduras, trayendo a mi amado en éstas.
-Bill… Bill… Bill… -Jadeaba mientras me empapaba de él- por fin eres mío, Bill, por fin…
Por cada gotita de sangre que untaba en mi cuerpo, sentía que poco a poco Bill iba siendo completamente mío, que su cálido olor se impregnaba a mi piel y que sólo de esa manera, podría saciar todos estos sentimientos reprimidos.


En medio de tal placer, sentí que mi estómago rugía. No había comido desde el medio día, por eso el alcohol me había caído tan pesado. Me llevé mi mano derecha a mi estómago y lancé una mirada pícara a mi amor.
-¿Qué prepararemos de cenar hoy, querido? –Me relamí los labios sensualmente y comencé a gatear en el suelo alrededor de él, como una pantera, devorando a su presa- -No lo sé, linda, ¿Qué postre se te antoja? –Pareciera que su respuesta de siempre retumbaba en mi cabeza-
-Un postre… me gusta cómo cocinas tus postres… -Susurré recordando todas las veces que dialogamos la misma conversación-
-¿Quieres que te prepare uno? –Una vaga imagen de su sonrisa recorrió mi mente-
-No, mi amor, el postre ya está preparado…
-¿Ah, si?
-Si…
-¿Y qué es?
-El postre… eres tú…
Siempre había deseado decir esas suculentas palabras y devorarlo como en este instante.
-¡Ah! Tu carne huele tan rico, Bill… -Saqué parte de lo que se encontraba en su abdomen- ¡Qué ricas tripitas, nene! ¡Y son rojas! ¡Siempre quise una bufanda así de intensa y larga! ¿Me la puedo probar? Ah, no, pero con la comida no se juega, ¿Cierto? Entonces… ¡RAWR!
Me llevé a la boca el plato fuerte. Sabía un poquito… babosito en textura, pero su sabor era único, era a… ¡El más delicioso pastel de fresa y chocolate que jamás pude haber comido antes!
-¡AY, BILL! ¡¿QUÉ HAGO CON UN CHICO TAN SUCULENTO COMO TÚ?! –Me quedé quieta unos momentos- ¡COMERTE! ¡JAJA!
Por fin, por fin sentía lo que era tener a mi amado dentro de mi, poseerlo completamente, ¡Por fin saciaba todas mis necesidades que incluso ni con sexo lo iba a lograr!
Comencé a acariciar suavemente su piel restante, y me topé con esas tetillas color de rosa tan lindas, dulces y tiernas que no podían faltar en la cena.
Con el cuchillo, desprendí ambas con cuidado y me las llevé a la boca, gozándolas como postre, como si de cerezas se tratara...
-Billy… -Tomé delicadamente su mano, observando sus delicadas uñas negras- yo te quiero mucho… te quiero, mi Bill, perdóname…
Pequeñas lágrimas impuras se derramaron de mis ojos. Muy aparte de mi estado de ebriedad, una fracción de mí estaba en sus 5 sentidos y sabía que lo que había cometido estaba totalmente erróneo.
Estaba segura de que ese pecado que había cometido era mortal, que me costaría incluso arder en las llamas del infierno, que me había vuelto una bestia, que era un monstruo. Pero después de todo, aquella barbaridad había valido la pena. Tenía a Bill adentro ¿cierto? Ese era mi objetivo, probar el delicioso sabor de mi príncipe, de mi rey, de mi amo y llevarlo siempre conmigo...
Por fin había llegado al clímax de esta pasión… qué delicia.

FIN

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - PRÓXIMA NOCHE - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Grito 9 Lights out «Miedo»

After the lights go out on you... after your worthless life is through.. i will remember how you scream

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Demasiadoo sangrientoo 0.0
Pero igual me gustoo xD
Maria

Anónimo dijo...

O.O wooooo...
que capi tan...rojo...
es la unik palabra q c me ocurre para dscribirlo XD
m gusto!
ya qiero el otro!...i despues la segunda temporada de Ink Fall
Angel!!*o*
salu2
Kriss