Hola, chicas... ¿Como están? Yo por fin les publico capitulo... mil y un disculpas por la tardanza, les juro que mi compu había reaccionado, pero luego se volvió a morir y arrrrrg ¬¬ les escribo desde la pc de mi madre... perdonen si me vuelvo a desaparecer y tardo, pero es que mañana regreso a clases... AGH! Pero prometo no cancelarla o interrumpirla... eso si lo prometo :) Mil gracias por su apoyo, son las mejores :,D espero que les guste el cap, yo me he divertido de lo lindo escribiendo este capitulo... gracias por todo. Cuidense, chao!!!!
Capitulo 10 El asesino dentro de mi
El tiempo pasó lentamente, llevándose con él los minutos, horas, días, semanas… ¿qué más da?
De vez en cuando me daba insomnio y me sentaba al borde de la ventana, tan sólo a pensar, pensar y pensar, mientras Mila estaba profundamente dormida.
Pensaba en mi padre y los problemas familiares… pensaba en Tom, en mi encuentro poco romántico e inesperado con otro muchacho, el cual me hacía dudar demasiado respecto a lo que hacía con mi otro pensamiento… Bill.
Éste último era el que más me preocupaba. Si bien a veces me trataba con delicadeza, con cariño… me susurraba palabras bonitas al oído y me daba besos y caricias, a veces lo desconocía, pues el asesino dentro de él brotaba con el más mínimo roce que me dieran otras personas.
Esa conducta sin duda era muy escandalosa, por lo cual estaba completamente SEGURA de que nos traería bastantes problemas en un futuro muy cercano, y a problemas no nada más me refiero a que la directora nos regañe y que nuestros compañeros nos tachen de malas personas, si no a problemas emocionales para mí y para él… esta relación no tenía nada de constructiva, al contrario, era destructiva, de modo que la pasión y el fuego nos consumía lentamente las entrañas.
Las lágrimas resbalaban por mis mejillas mientras recordaba el piano, los ángeles y tatuajes… quería volver al pasado, quería quedarme cómoda en mi casa jugando con mi padre en vez de buscar ropa, en vez de haber visto esa estúpida chamarra… se la hubiera dejado a él, después de todo era para hombre. Así me hubiera ahorrado mucho sufrimiento…
Bill´s POV (Point of view)
Aquella tarde el cielo estaba nublado, gris, casi como siempre…
Dianne se encontraba cortante conmigo y yo no tenía ni la menor idea de por qué… ella siempre ha sido de una mente compleja, ¿Ahora qué he hecho para enfadarla? ¿Por qué he hecho enojar a mi princesa? Pregunté millonea de veces hasta hartarla, de modo que pudo responder que esto estaba mal, que los obstáculos eran los que la molestaban, que el ambiente, sus problemas, todo.
Yo amablemente extendí mis alas hacia ella, protegiéndola de todo mal, sin saber que, quizás, el mal para ella… era yo…
Una muchacha alta de cabello cobrizo se dirigía hacia nosotros… su falda llegaba a arriba de la rodilla, y sonreía pícaramente.
-Profesor Benjamin, –Llamó mi atención- Dianne Gray, los llaman en la dirección…
-¿A nosotros? –Pregunté distraídamente-
-Sí, a ustedes DOS –Recalcó mirando a Dianne, quien con inocencia alzó la mirada, sintiéndose regañada, quizás ahogada-
-Bien, ahí vamos… -Asentí con la cabeza y tomé con delicadeza a mi compañera, quien con ojos nublados, comenzó a tropezar en el pasto, caminando torpemente- oh, vamos, Dianne… no creo que el regaño sea para tanto, cariño, hemos resistido más…esto es una tontería…
-Bill, me siento mal… -susurró mientras se agarraba la cabeza-
-¿Qué sientes, Dianne?
-Me duele mucho la cabeza, estoy débil, siento que me voy a caer –Sus palabras se interrumpieron por una fuerte arqueada, por la cual casi vomita a medio camino, ya subiendo las escaleras-
-A ver, tranquilízate, te voy a llevar a la enfermería y el que va a hablar con la directora soy yo, ¿Vale?
-No, Bill, por favor
-Estás muy mal –Dije caminando hacia la enfermería- así que aquí te quedas –La senté y llamé a la enfermera…
- - - - - -
¿Es que acaso no podrían ser más discretos? Bueno, yo no soy absolutamente nadie para hablar de discreción, pero estoy seguro de que si me peleara con mi mujer, no lo haría en la oficina de una escuela.
La directora se encontraba discutiendo a gritos con su esposo, de modo que podía oír a la perfección las razones de su desagradable encuentro.
Las sombras de ademanes exagerados se podían distinguir através del cristal de la puerta… quizás estén planeando divorciarse. Sería lo mejor para no hacer tanta escena.
Después de esperar 15 minutos, el hombre salió de un color rojo intenso en su piel, estresado y de mala cara.
Sin remordimiento alguno, azotó la puerta y exclamó “¡Qué bueno que te he sacado de mi vida!” haciendo una brutal y escandalosa salida… ¿De verdad yo soy así en mis arranques?
Simplemente negué con la cabeza y me paré penosamente en la puerta de la oficina de la señora, quien se encontraba frotándose las sienes, recapacitando lo ocurrido.
Lentamente alzó la mirada hasta toparse conmigo, hizo un gesto y preguntó:
-¿Qué se te ofrece, Benjamin?
-Disculpe mi imprudencia en un momento tan inadecuado como este, pero... me parece que me ha citado anteriormente y... decidí acudir a su llamado -Torcí la boca esperando una mala contestación.
-Ah, claro, claro, Benjamin, pasa... –Invitó cortésmente, al tiempo que yo me introduje en la sala y cerré con cuidado la puerta- Toma asiento –Indicó. Yo asentí obedientemente y me senté en frente de ella, observándola directamente a los ojos.
-¿Me puedo quitar la chamarra? -Pregunté acalorado.
-Ah, claro, claro, quítatela... -Retiré lentamente a mi querida amiga de mis brazos y me acomodé en el asiento.
-Listo, ahora sí, ¿me puede decir qué quería platicar conmigo?
-Quería hablarte sobre un tema muy delicado, pero para eso necesito a Dianne también con nosotros… ¿Dónde está esa muchachita?
-Se ha sentido muy mal, así que está en la enfermería, quizás le bajó la presión o algo parecido, estuvo a punto de desmayarse –Curvé una delicada sonrisa, tratando de sonar lo más amable y educado posible.
-Bien, entonces tendré que hablar con cada uno por separado –Volvió a frotarse el rostro, mostrando total desagrado por mis palabras- pero bueno, comenzaré contigo, querido Benjamin –Hizo una pausa y volvió a hablar- quiero decirte que eres un excelente maestro, las chicas han venido a contarme lo buenas que son tus clases, lo apasionadas y entregadas que llegan a ser en repetidas ocasiones, y esto me da mucho gusto, pues dominas la materia y eso ayuda a las alumnas a aprender más rápido, te felicito… al parecer eres el maestro predilecto…
Ante tal comentario, no hice nada más que reír. Debo admitir que me halaga que muchas muchachitas se fijen más en mi físico que en la materia… realmente halaga, pues eso significa que soy guapo… ¿O acaso no?
-Y todo va a la perfección hasta que… -pensó metódicamente sus palabras- ¿Cómo te lo digo? Todo iba bien hasta que… te involucraste con una de las alumnas, Benjamin… no sé si la conoces desde antes, si estás jugando con ella, si la amas, o si es simplemente tu chica de una noche, no lo sé ni me interesa saberlo… pero lo que sí se es que estás causando varios conflictos entre el alumnado… estás dando un terrible ejemplo de inmoralidad, eres su maestro, y entre ambos hay mucha diferencia… ¿Por qué crees que tú te paras en frente de ellas? Es porque eres alguien superior, alguien preparado, alguien listo, alguien… intocable, alguien al que se le debe tener una palabra llamada RESPETO –Hizo énfasis en la última palabra.
Mi mirada se clavó en sus arrugados labios. Ese par de rendijas entrequebradas me lanzaban agujas una y otra vez, hiriendo absolutamente toda mi piel.
Sus palabras me quebraban, mientras más salían de su boca, más me opacaba, más me frustraba, más me molestaba…
¿Es que acaso trataba de prohibirme mi relación con Dianne?
“Eso es lo que me molesta… que lo nuestro esté prohibido. Que no podamos estar juntos”
Las palabras de mi amante retumbaron en mi cabeza, chocando contra las paredes de mi cráneo una y otra vez.
“Debo eliminar a cualquiera que se interponga entre los dos”
Aquellas voces angelicales hicieron eco dentro de mí.
“Debo obedecer a las voces”
La directora continuaba hablando y hablando, pero yo no entendía ninguna palabra. Sólo veía a su yugular.
La habitación quedó en silencio, al tiempo que yo me puse de pie y comencé a caminar lentamente, como una araña, hacia esa mujer.
Me senté descaradamente sobre el escritorio y la tomé de la barbilla, haciéndola mirarme a los ojos, seduciéndola lentamente.
-¿Cree que soy apuesto? –Pregunté curvando una sonrisa burlona, como la del Gato Risón, personaje de pesadilla, de Alicia en el País de las Maravillas.
-¿Qué? –Preguntó confundida ante mis palabras.
-Ha escuchado muy bien, Astrid, ¿Soy atractivo? ¿Le gusto? –Crucé las piernas provocativamente, haciendo sonrojar a la confundida mujer, quien con dudosa voz contestó:
-¿P-Pero qué dices, Benjamin? ¿Qué estás haciendo?
-Trato de averiguar si quisiera pasar la noche conmigo, usted sabe, -Acerqué peligrosamente mi rostro hacia el de ella- quisiera saber si no hay mucho espacio entre los dos… si puedo estar con usted –Comencé a acariciar delicadamente su cabello- quisiera saber si… le atraigo…
-Benjamin… -Susurró- eres un hombre muy atractivo, no lo voy a negar…
-Atracción, eh… ¿Qué sería capaz de hacer usted por atracción?
-Supongo que… dejar a mi marido –Rió-
-¿A si? Pues yo soy capaz de hacer cosas mucho más grandes, ¿le confieso algo? –Me acerqué a su oído para susurrar lentamente- yo soy capaz de ir más lejos, yo soy capaz de matar no nada más por atracción, sino por amor… y AMO con locura a Dianne, así que por favor, suplique por ir al cielo…
Su rostro cambió de leve placer a terror, e inmediatamente intentó gritar, pero silencié sus lamentos con mi mano estrangulando su garganta, tapando su respiración, asfixiándola sin piedad.
En medio de la violencia, su púrpura mano logró coger unas tijeras de metal que estaban en el escritorio, clavándomelas en el brazo.
Me aguanté las ganas de gritar y terminé con mi trabajo.
Su liviano cuerpo, ahora apagado por la muerte, quedó sentado en el escritorio, en su clásico sillón giratorio.
Pequeñas gotitas de sangre comenzaban a resbalar por mi brazo, las cuales inmediatamente limpié con papel. No debía dejar rastro alguno, ni siquiera una pequeña gota.
-Dianne… -susurré mientras sentía mi corazón arder- todo lo que hago por ti… -Guardé las tijeras en mi bolsillo- te amo tanto… -Me puse de nuevo la chamarra y salí corriendo haciendo un escándalo. Un escándalo falso, pues yo no he solo encontrado su cadáver, yo me he encargado de que lo sea…
continuara....
3 comentarios:
me gustaria q el dejara de matar eso no es bueno pork arruinara su relacion con dianne ...definitivamente el debe encontrar el camino adecuado para luchar x amor
ooonws ssiiiii Sangree *OOO*!!!! eso es lo que caracteriza a Ink Angel siii >.<' mi Bill lo que hace por dianne aunque pues... bueno es Ink Angel se lo perdono xDDD amo amo esta fic <3 oyeee Dianne no estará en... O.O' Barcelona?? no verdad? tu dijiste que no... aaaanws bueno por ahora no... como sea tu sabes dirigir esta Fic así que yo me callo xDD lo que tu elijas esta bien xD ... siiiiiiiiiiiiiiii!
Awww! :D :D :D
Ink Angel al ataqee *-* <3
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