domingo, 26 de junio de 2011

Grito 10 Blasphemy «Beso»

¡Hola! ¿Como están, mis queridas? Lamento muchísimo la espera.. les prometo que no volverá a pasar... perdón por tardar más de una semana pero he estado muy, muy, muy ocupada en este fin de curso... llego MEGA cansada a mi casa y prefiero quedarme escuchando música a escribir.. me da harta PEREZA pero osh, esa no soy yo D: entonces ya me di unas cachetadas y he decidido volver a publicar n.n espero con ansias que les guste este último grito a pesar de lo cursi que es... bien chicas, agradezco sus comentarios.. de no ser por ustedes, en este momento terminaria todo, pero veo que realmente gustan de Ink Angel, entonces haré mi mayor esfuerzo, puesto que mi cerebro está bien seco... además, todo mi juguito se lo ha absorbido mi segundo dios (A parte de Bill) haha.. pero de eso hablaremos más tarde n.nU Pido una disculpa por lo corto que está y, bueno, el epilogo vendrá más tarde, espero que les guste...
De nuevo les doy mis más sinceras gracias y me despido... espero que la música nuevamente no les moleste y que disfruten. Cuidense, besos, bye...
P.D.1. Mil gracias María por hacer caso a mi petición... me han sido muy útiles tus fotos. Gracias n.n
P.D.2. ¿En donde te haz metido, Yazz? Te extrañamos.. ¿Por qué no haz publicado?

Grito 10 Blasphemy «Beso»

La noche es muy fría, por poco y nieva. Las hebras de viento cristalino me envuelven poco a poco y quebrantan mis frágiles huesos, tronándolos… rompiéndome.
Las calles están vacías, solitarias y muertas.
¿Quién se atrevería a vagar por un callejón siniestro a estas horas de la noche? Donde las tinieblas arrastran tu cuerpo y lo vuelven cenizas. Nadie.
Todo el pueblo prefiere quedarse frente a su fogata, tomar leche caliente y narrar cuentos de hadas. La gente es alegre, es feliz, entonces… ¿Por qué yo no?
Yo no puedo gozar de una cálida casa… de un padre y una madre que velen por mi bienestar, que todo el día estén a mi lado y me den consejo cuando necesito de él….
Bueno, en realidad no debería quejarme, puesto que mi lugar es mucho mejor que el de cualquier humano…
Estoy segura de que varios darían su vida por estar en mi puesto; tener el acceso de poder volar, sanar y jugar en el cielo… tener una vida pura, blanca, sin vicios, estar al lado de mi padre y Jefe, y no tener ningún pecado…
Éste último beneficio, también es una regla. Nunca debes pecar… ¡eso es cosa de humanos! Ensuciarte con las tentaciones del mal… ¡Vaya blasfemia! Serás expulsado inmediatamente del cielo y castigado por las fuerzas divinas, sin ningún tipo de absolución.
A pesar de que mi padre es infinitamente bueno, cuando alguien comete algo malo, tiene que castigar.
Pero es que… nadie me comprende.
Por esto mismo, necesitaba un tiempo de reflexión, un lugar en donde meditar lentamente mis desgracias. Un lugar vacío, donde no hubiera nadie recordándome lo mal que me iría si continuaba con esto. Necesitaba un lugar donde pudiera derramar mis lágrimas sin que nadie me viera.
Lentamente, me envuelvo en mi blanco vestido y recuesto mis platinos cabellos sobre mis piernas, encima de un tejado.
Cerré con cuidado mis cansados ojos y pretendí dormir para emprender un dulce sueño y alejarme de la realidad.
Un dulce y prohibido sueño, donde por fin pudiera caer en sus frías garras sin ser juzgada. Un sueño formado de recuerdos a su lado… aquellas noches en el fuego, en el pecado… en el que conocí lo que era amar y ser amada. En el que conocí los besos, las caricias, los... bueno, me da pena deciro pero... los orgasmos y... todo respecto al amor.
Frustrada, volví en sí y me encontré nuevamente sola, observada sólo por la luna, que se burlaba de mis deseos…
-Bill… -Susurré su doloroso nombre, aquel que siempre me enterraba espinas, que siempre me hería.
Recargué mi cabeza hacia mis rodillas y lloré escandalosamente, liberando todo mi dolor oculto. Ya no resistía más esa tortura, debía terminar con mi sufrir ya...
-¿Por qué lloras? –Su voz retumbó en mi cabeza. Era el momento más apropiado pero a la vez más inoportuno para toparme con él… precisamente con él… creo que no debí hacer tanto ruido…-
-Por nada… -Ladeé la mirada y me decidí a no verlo. Me ardía tanto la cara de vergüenza que no tenía el valor de enfrentarlo.-
-Ángela… siempre tan preocupada… -Localicé su delgado cuerpo recargado en la casa de enfrente. De inmediato, volví a cubrir mi rostro-
-Déjame sola… -susurré-
-¿Qué dices? –Sentí su presencia junto a mí.-
Violentamente, retiré todas las lágrimas de mi rostro, y lo miré.
Le observé de reojo, y noté que se encontraba como siempre, con una sonrisa burlona en sus labios.
Sus ojos, me penetraron hasta las entrañas, estremeciéndome con ese bello color negro, que me hace temerle, que me aferra más a él.
-Eres tan irreverente… -Comenté viendo sus vestiduras- ¿Lo que traes es una chamarra de cuero? ¿Dónde haz dejado tu uniforme? Te van a castigar por andar… -Silenció mi regaño con un fugaz beso de 2 segundos, que inmediatamente me estremeció, dejando mi piel ruborizada- Bill… no hagas eso… -Me quejé nuevamente, dando un golpecito en su hombro-
-¿Por qué no? La semana pasada me comías a besos y ahora…
-Y ahora… he tomado… una dolorosa decisión… -Busqué presurosa sus manos y las tomé con delicadeza, dirigiéndome a él seriamente, pero con rasgos de sufrir en mis ojos-
-¿Cuál es tu decisión? No planeas dejarme… ¿Verdad? –Sus ojos se comenzaron a tornar color carmesí, con un lejano brillo rosa.-
Todo mi cuerpo tembló al notar esa expresión tan furiosa, que a pesar de que estaba segura de que no me lastimaría, daba miedo…
-Bill… no hagas esto más difícil, reflexiona…
-¿Qué reflexiono? ¿Qué a pesar de todo lo que te he dado y enseñado me vas a dejar arrumbado como un muñeco roto? –Reclamó opacando sus ojos, en una expresión más triste que agresiva-
-No, Bill, es que no quiero que alguien salga herido…
-Lo dices por tu propio bien… vas a ser castigada, tienes miedo… tienes miedo a sentir lo que es una verdadera pasión… -Apretó mis manos y se acercó peligrosamente a mi boca-
-No, n-no es eso… y-yo… tengo miedo de que algo malo te pase a ti… tu padre es muy malo, tiene una fama terrible, es el más temido y no tendría ni un poco de consideración, te haría polvo con tan solo chasquear los dedos o con soplarte un poquito… te mataría y yo… yo no soportaría eso… además, estás traicionando a tus compañeros, a tu ejército… -Interrumpió-
-¿Y crees que ellos me interesan?... –Interrumpí indirectamente, ladeando la cabeza-
Aquel amante tan dulcemente insistente, comenzaba a colmar mi paciencia con sus halagos y su poco razonamiento.
-Bill… yo… te lo voy a decir tan sólo una vez y no lo repetiré… jamás… ¿De acuerdo? –Al tiempo que las palabras salían de mis labios, me hinqué con cuidado y tomé el dulce rostro de mi amado. Era tan bello, de piel tan suave… tan fría y cálida a la vez.- TE AMO… eres al único que de verdad he llegado a querer después de mi padre… por ti fui contra las reglas, después de ser la más admirada por mis compañeros, que si me vieran en estos instantes, les daría asco… y aún así no me importó ponerme en riesgo… Bill, yo te quiero mucho y tú lo sabes tanto como yo… jamás volveré a sentir algo igual, pero… desgraciadamente, no nos tenemos que volver a ver… jamás.
Esta última palabra nos hizo estremecer a los dos. Al parecer después de todo, Bill comprendió a qué me refería… bajó la mirada y apretó los puños.
Su mirada se topó con la mía, y entonces, me jaló de los cabellos y presionó sus labios contra los míos, logrando un sabor agridulce…


Ese beso era una tortura… todas nuestras emociones se unieron, estallaron juntas, logrando que mis lágrimas se desbordaran.
Rápidamente, Bill se desprendió de mi y se puso de pie, tomando aún mi mano…
-Te quiero, Angela, y no me gusta contradecirte… supongo que tienes razón… no insistiré más. –Bajó la mirada- prometo entonces no volverte a ver por más trabajo que me cueste… creo que tienes razón… no termino de estar convencido, pero si eso es lo que deseas… entonces me iré.
-Bill…
-Adiós, mi prohibida amante…
Bruscamente, soltó mi mano y me dejó caer sobre el duro tejado, se io la media vuelta y saltó al vacío…
Me tiré contra el suelo y lloré por última vez por este desgraciado amor… sentía que ardía por dentro, y estaba segura de que a pesar de la dureza de su carácter, no le fue fácil ceder, tan sólo fueron las palabras, quizás cumpla su promesa pero… le duele igual que a mí.
¿Qué otra cosa se podría hacer? Después de todo, un ángel y un demonio nunca podrían estar juntos…

FIN


- - - - - - - - - - - - - - - - - - - PRÓXIMA NOCHE - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Unos vagos versos en forma de Epilogo

martes, 21 de junio de 2011

Grito 9 Noche 2 Lights Out «Miedo»

¡Hola tokis! Lamento la tardanza, pero bueno.. ya estoy aquí n.n pues.. la verdad es que ultimamente he estado triste, angustiada y desesperada por algo TERRIBLE que me pasó...
Es una larguísima historia, pero el punto de esto es que... ¡TODAS mis fotos de BILL se me BORRARON! Si, fue mi culpa por idiota, estúpida, babosa y demás insultos pero... perdí cerca de 2000 fotos que tenía guardadas, que recolecté por 4 ¡AÑOS! ¡Todavía sigo en SHOCK! y es que aaaaaaaah no tengo ni la menor idea de cómo recuperarlas... por eso... quisiera pedirles un ENORME favor... ¿Me podrían enviar algunas de las que ustedes tienen? Por fa, que no se ahora como voy a ilustrar los fics, como voy a recuperar ese tesoro... estoy que me lleva la #$%&@ -____- es un favor voluntario... sin embargo, espero que me ayuden...
Aquí les dejo mi correo: dianamiligp@hotmail.com
Bueno, también quiero agradecer sus comentarios, su fidelidad y todo.. n.n aquí les dejo el último cap de Lights out y, bueno, el próximo grito es el último, para comenzar Ink Angel...
Cuidense mucho, besos, bye!!

Grito 9 Noche 2 Lights Out «Miedo»

Lo vi de frente y… ahí estaba, con esa eterna sonrisa… sospechosa. Está quieto, es de hule, no se mueve. Un relámpago cae e ilumina todo, incluyendo la sádica sonrisa del payaso.
Cobardemente, me refugié entre las sábanas, hasta quedarme… dormido.
- - - - - - - - - -
Era ya de madrugada y la lluvia seguía cayendo con intensidad, había tenido una pesadilla así que no tardé mucho en volver a estar conciente.
De pronto, al despertar, abrí los ojos violentamente, por instinto, para mirar al payaso. Todo estaba oscuro, así que esperé a que cayera un relámpago y reflejara la luz por la ventana.
El brillo blanco iluminó al muñeco. Me llevé a la boca las sábanas, cuando vi que el payaso volteaba su cabeza y me miraba fijamente.
-¡AAAAAAAH! –De un impulso salí de la cama y corrí a mover a Tom-
-Mmmmmmm ¿Qué onda? –Abrió los ojos adormilado-
-Tom, párate, párate, el payaso está ¡VIVO!
-Qué tontería… -Se sobó los ojos- ¿Cómo que está vivo? Vete a dormir, Bill, es tu miedo nocturno… -Se dio la vuelta y comenzó a roncar, completamente dormido-
-Ay, Dios mío, ampárame… -Me di la vuelta con las piernas temblando y vi que el payaso estaba normal- Ay, Bill, estás bien loco, de seguro estabas dormido y lo soñaste, ya te dio la paranoia…
Un tanto consolado, me volví a recostar en mi cama. Cerré los ojos, y entonces me volví a poner de pie, fui de nuevo por la toalla, y se la aventé al payaso en la cara. Sólo por las dudas…
Cerré nuevamente los ojos entre las sábanas, pero no resistí muchos minutos y los volví a abrir. Miré al lugar del payaso, y ya no estaba… ¡YA NO ESTABA!
-¡NOOOOOOOOOOOOOO! –Grité desesperado-
-¡Déjame dormir! –Se molestó mi hermano-
-¡El payaso ya no está! ¡TOM! ¡No está en el sillón!
Tom, molesto, encendió las luces y se puso a buscar debajo de las camas, encontrando al sujeto tirado junto a la mecedora.
-¡Ahí está! –Lo agarró de mala manera y lo aventó adentro del clóset- Ya estuvo! ¡Se acabó! Duérmete y no molestes…
-Gracias… -Bajé la cabeza apenado. Qué idiota era, después Tom iba a utilizar esta noche en mi contra y… ¡Oh! ¡Qué vergüenza!-
Ya con las luces apagadas y ambos relajados, nos dispusimos a dormir y cerramos los ojos.
Debo admitir que ya estaba más tranquilo y convencido de que todo esto era producto de mi imaginación, y que quizás no había superado del todo mi miedo a los payasos. Esa era mi creencia, hasta que escuché un gran golpe que provenía del clóset, el cual ya estaba de par en par.
Los dos nos sentamos a ver qué era y, de la oscuridad del clóset, surgió la gran cabeza burlona del payaso, quién abrió su bocota, mostrando sus afilados dientes y sopló con gran intensidad.



-¡JA-JA-JA-JA-JA-JA! –Resonó su grotesca voz mientras ambos éramos impulsados contra la pared, azotando contra ella por el viento-
-¡QUÉ POR QUERÍA! ¡NO PUEDE SER! –Gritó asustado Tom-
-¡YO TE LO DIJE!
Las cosas comenzaron a girar en la habitación, creando poco a poco una especie de torbellino, haciendo volar por el espacio todo lo que habíamos acomodado, lámparas, almohadas, libros, juguetes, ¡Todo!… ¡AH! ¡Tanto esfuerzo para nada! Pero… ¿ESO QUÉ IMPORTA AHORA?
-¡CUIDADOOOOOOOOOOOOOOOO! –Gritó Tom a la hora de que el payaso dejó de soplar y ambos azotamos contra el suelo-
-¿Ya se calmó? –Pregunté adolorido-
-No lo creo, Bill, es más… ¡AGÁRRATE!
Ahora, el monstruo comenzó a succionar, jalando todo con fuertes vientos, mientras Tom se sujetaba de la puerta del baño, y yo de la ventana.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! –Exclamó Tom, desgarrado- ¡SE TRAGÓ MI GUITARRA!
-¡Y SE VA A TRAGAR TUS PIES!
-¿QUÉ?
-¡TOM, CUIDADO!
Los pies de mi hermano ya se encontraban muy cerca de la boca del payaso, quién ya se lo estaba saboreando.
En plena crisis, recordé que traía en el cuello una cruz de plata bendita, la cual con esfuerzo, desprendí y lancé en el aire, haciendo que el payaso se la tragara.
¡PAZ! El clóset se cerró de golpe y todo regresó a la normalidad… o algo así.
Ambos caímos nuevamente, al igual que varias cosas, entre ellas, las camas, de las cuales corrimos como conejitos locos.
-¿Se puede saber qué pasó? –Gritó Tom-
-Creo que la ouija realmente si funcionó… -Abrí grandototes mis ojos-
-¿Ah si? ¿Y por qué lo crees?
-No hay otra explicación, un espíritu maligno, un demonio o un portal debe ser la causa de todo esto…
-Ah… ¿Y como sabes tanto?
-Ver películas no hace daño, Tom…
-Entonces hay que deshacerse de él… ¿No es así?
-Si… hay que deshacerse de él pero… ¿Cómo?
-Piensa, piensa…. ¿no es algo así como quemarlo, romperlo o algo similar?
-¡Eso es! Lo echaremos a la chimenea y así ya no nos va a causar problemas.
-¡Sale!
Ambos nos acercamos totalmente decididos hacia el clóset con la frente en alto y heroicamente.
El más decidido de los dos (Tom), abrió de golpe la puerta y nos encontramos con el indefenso payaso, portando en su cuello la cruz.
-Listo, sólo hay que bajarlo a la chimenea y prenderle fuego.
-Vamos…
Ambos bajamos con el terrible payaso hacia la sala. Era algo muy extraño, pareciera que había vuelto a la normalidad… ¿y si tan sólo estaba fingiendo? El crudo presentimiento me hizo estremecer una vez más.
-Bien, ya está… -Dijo Tom colocando al payaso justo encima de la madera restante de los dueños anteriores-
-Bueno, ahora hay que ir por la gasolina a la cochera.
-Yo voy por ella, Bill, tú quédate a vigilar a nuestro amigo… -Salió burlón de la sala y fue a la cochera-
Mi estancia solo con el payaso no fue muy grata, pero tampoco tan mala… parecía tranquilo… todavía.
-Ya vine… -Afirmó Tom, rociando de gasolina al payaso- enciende un serillo, los dejé en la mesa…
Yo asentí con la cabeza y tomé uno, encendiéndolo. Caminé hacia el enemigo y noté que iba a ser quemado con todo y mi cadena ¡NO!
-Tom, espera, mi cadena…
-Ten –La arrancó de su cuello… mala idea…-
El payaso, al sentir que habíamos desprendido de él su mayor amenaza, por fin se atrevió a cobrar vida y… aumentó sorprendentemente de tamaño…
-¡BILL! –Exclamó mi hermano, al tiempo que el payaso lo apretaba del cuello y alzaba en el aire, tratando de asfixiarlo- Ghhhhh Bi… coff coff ghhhhhhh Ayúdame… aaaah-aaah… -Agitando sus patitas-
-JAJAJAJAJAJA –Reía el payaso-
-¡Tom! –Chillé- ¡Tom! ¡Tom! ¿Qué hago, rayos, qué hago? –Me llevé las manos a la cabeza desesperadamente- ¡Ya se!
Corrí tropezando hacia la chimenea, para tomar el atizador y con él comenzar a picar al payaso por el lugar que más le doliera…
Efectivamente, logré que tirara a mi hermano, pero… lo malo de esto, es que ahora me tomó a mí de mis cabellos y me alzó como a Tom.
-Ay ay ay ay ay ay ay ay ay –A pesar de que me estaba arrancando muchos cabellos, resistí el dolor y me comencé a defender, sin contar que después me agitaría como trapo viejo.
-¡Toma! –Tom dejó caer un sillón en su pie-
De nuevo me tiró al suelo y así continuamos muchos minutos más, en una guerra campal.
Nuestra pelea por toda la casa… la noche, la lluvia, todo parecía confabularse.
El payaso nos empujaba, jalaba, tiraba, pateaba… se hacía pequeño y luego enorme… era una guerra dispareja.
Todo continuó igual, hasta cierto punto, donde noté que ya estaba amaneciendo, y una gran idea brotó de mi cansada y casi rendida cabeza.
-Tom… me parece que debemos llevarlo a afuera… le debe dar el sol de golpe… ¿Qué te parece? –Dije frotando mis ojeras-
-No lo sé, Bill, estoy muy cansado… quiero que se vaya… -¿Se me figuró o Tom por poco lloraba?-
-Precisamente para eso hay que sacarlo…
- - - - - - - - - -
Ya repuestos, ambos tiramos de las cortinas para tomar un cordón, que ambos logramos enredar alrededor del payaso, al tiempo que colgamos nuevamente la cruz en su cuello… sacrificando mi regalo de cumpleaños por parte de la abuela…
Sólo de esta manera pudimos llevarlo a rastras hacia el patio, donde todos los rayos del sol le dieron espléndidamente.
-RAAAAAAAAAAAAAGHHHHHHHHHHHHH –Soltó un gruñido que hizo que lo soltáramos de inmediato, por el miedo y sus afilados dientes…-
Ambos nos quedamos con los ojos mega abiertos cuando vimos cómo el payaso tras agarrar su cabeza, explotó en pedacitos… haciendo una explosión de las cosas que se había tragado.
-¡MI GUITARRA! –Corrió Tom a atraparla, pero en cambio fue golpeado por ella-
-Felicidades, ya recuperaste a tu amada…
-Lo se… -dijo abrazado a ella-
-No puedo creer todo lo que pasó… -reflexioné totalmente serio- definitivamente hay que tirar la ouija… ¡Nunca la volveremos a tocar!
-Si… estoy más que seguro…
Nos quedamos callados por un momento… viendo el horrible escenario.
-Jaja… jajajaja…. ¡JAJAJAJAJAJAJA! –Tom comenzó a soltar carcajadas-
-Jaja… jajajaja…. Je… jajajaja ¡JAJAJAJAJAJA! –Me tiré al suelo junto a él y nos retorcimos de la risa-
¿Qué tenía esto de gracioso? Nada… entonces… estábamos… ¿Riendo de miedo? ¿Eso se puede?

FIN


- - - - - - - - - - - - - - - - - PRÓXIMA Y ULTIMA NOCHE - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Grito 10 Blasphemy «Beso»

They say this love is blasphemy... it is blasphemy, it is blasphemy.. but my new religion is you

jueves, 16 de junio de 2011

Aviso

Hola tokitas, por medio de esta entrada, quiero pedirles una ENORME no, GIGANTE disculpa por no haber publicado esta última semana. He estado muy ocupada con los exámenes finales, con tareas, compromisos y ahhhhhhhh siento que voy a explotar TT___TT No me ha dado tiempo ni de descansar ni nada. Les ruego de la manera más atenta que tengan paciencia, ya casi salgo de vacaciones, y eso implica poder escribir muuuuuuucho n.n prometo terminar Scream y pasar con el Ángel de tinta, ¿Sale?
Gracias por sus comentarios.
Bueno, sin nada más por el momento qué decir, les mando saludos y espero que se la pasen bien n.n
Bye :D

Atte: Miss Kaulitz

viernes, 10 de junio de 2011

Grito 9 Lights Out «Payaso»

¡Hola! ¿Como están, eh chicas? Yo corta en inspiración -_____- esta temporada no ha sido muy buena para mí encuanto a las ideas,así que si no les gusta este grito, tan solo no me avienten jitomates por favor u.u Quiero agradecerles a todas ustedes chicas por sus comentarios... ¡GRACIAS! Mil, mil gracias... espero que este grito tan.. "manso" no les desagrade del todo, puesto que ocupé el poco juguito que quedaba en mi cerebro para escribirlo ¿Sale? jeje.. saludos a todas, chicas, cuidense.. bye...
P.D. Este grito está basado en cuando Bill y Tom tenían como.. 14 o 15 aqños, puesto que si hubiera sido ya grandes sería ridiculo xDD
P.D.2. En el cap anterior puse que se llamaría "miedo" el cap, pero no, lo siento, me equivoqué, es "payaso". Disculpen.
P.D.3. Pido también disculpas por la tardanza... he estado muy ocupada con esto de la escuela.

Grito 9 Lights Out «Payaso»

En esta ocasión, incluso mi amargado hermano que renegaba de todo, se encontraba tan alegre como yo.
La economía de nuestra familia, por medio de sacrificios y trabajo duro. por fin había incrementado, y eso significa… ¡Casa nueva! Por fin nos largaríamos de la no muy apreciada vecindad.
Mi hermano y yo empacamos con emoción y euforia todas nuestras cosas y llegamos a la nueva casa.
A medida que nos acercábamos a nuestro nuevo hogar, se veía mucho más acogedor y hermoso. El techo, compuesto por tejas verdes, se veía muy bonito. El color blanco le combinaba muy bien, y las grandes ventanas le daban un toque inigualable.
-¿Les gusta, chicos? –Dijo mamá adentrando el carro a la cochera-
-Si, mamá, es hermosa… -suspiré con nostalgia-
-¿Y tu qué opinas, Tom? –Se refirió a mi hermano-
-¿Yo? Aaaah… no está mal… -Hizo un gesto y alzó los hombros-
-Sabías que tiene piscina? –Le comenté a mi hermano por lo bajo-
-¡¿En serio?! –Abrió grandotes sus ojos- ¡Cool! ¡Podremos traer chicas!
-Baja la voz –Tiré de un hombro a Tom-
-¿Qué dijiste, Tomy? –Preguntó mi mamá-
-Ah, yo… nada, nada… este… ya están todos los muebles aquí, ¿Verdad?
-Si chicos, sólo hace falta acomodar algunas cosas, como por ejemplo su habitación, la sala, la cocina, el baño…
-Jaja, algunas cosas… -Reí pegando mi cabeza contra la ventana del carro-
-Si, lo sé, pero ustedes se van a hacer cargo de la mayoría…
-¿Y nosotros por qué? –Bufó Tom-
-Por que ya están grandecitos y deben ser más responsables.
-Si, mamá…
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Aquel día fue más que agotador, incluso, creo que trabajamos más que10 esclavos juntos.
Tom colocó los sillones de la sala, y colgó los decorativos. A mí me tocó la cocina, y acomodé todas las vajillas y los vasos, coloqué las sillas y la mesa.
Después, subimos a las alcobas y colgamos las cortinas, arreglamos el baño, pusimos cuadros, decoramos, desempolvamos, sacudimos, trapeamos y limpiamos los espejos.
Conectamos nuestro estereo y pusimos música a todo volumen. Entre canción y canción, ambos subimos, bajamos, limpiamos, colgamos, ordenamos, trapeamos, sacudimos, barrimos, etc.
No debíamos perder ni un poco el tiempo, puesto que mientras más rápido estuviera lista la casa, más grande sería nuestra recompensa.
-Ya está… -suspiré aliviado con una gran sonrisa, observando casi los destellos de limpieza-
-Si, eso parece… -Contestó Tom levantando las bolsas de plástico y envolturas rotas del suelo, limpiándose el sudor de la frente- tú dormirás del lado de la ventana, y mi cama estará junto al baño…
-Ay, si, qué cómodo…
-¿Qué? Yo voy más que tú… -soltó una carcajada pícara-
-Bueno, pero yo me quedo con la mecedora…
-Ok, y la tele debe estar en medio de nuestras 2 camas, encima de la cómoda.
Después de tanto esfuerzo, la habitación terminó luciendo abrigadora. Coloqué las cortinas y una pequeña alfombra en forma de círculo.
Tom conectó la pantalla y ya todo estaba listo.
-Listo, ahora hay que ordenar el clóset.
-Bueno, pero cuando regrese, tengo sed… -Me di la media vuelta y caminé hacia la puerta, cuando me topé con una gran caja de cartón frente a mi- Oye, Tom, ¿Qué es esto?
-Ah, es la caja de juguetes que mamá subió hace rato…
-Oh, ya veo…
Me acerqué lentamente hacia la caja y la abrí con curiosidad, quitando los periódicos y encontrándome con mis viejos carritos.
-Mira, Tom, ¿te acuerdas cuando jugábamos?
-Oh, si
-Todavía están geniales –Dije sacudiendo los carros-
-Si, están cool, pero esta está mejor –Sacó una espada intergaláctica- ¡Aún prende!... ¡Toma, esto, Bill! –Me comenzó a dar golpecitos con la espada-
-No, no, espera, Tom, -Alcancé a sacar una pistola de plástico y me defendí con ella-
-Toma, toma, toma
-JAJAJAJAJJA
-Uuuuuuuuuuuuuuuu
Ambos soltamos carcajadas y jugamos como tontos con los juguetes que nos encontrábamos, pero entonces, de la nada, cogí algo un poco duro pero a la vez suave.
-¿Qué es esto… AAAAAAAAAAAAAAA!!!!!! –Aventé muy lejos al muñeco, viendo que era el payaso que tanto temía cuando era niño-
-Ay, ya, deja al pobre payasito… -Lo recogió Tom- no se por qué le tienes tanto miedo, míralo… ¿Acaso no es adorable este pequeño amigo?
-No, que horrible, aléjalo de mi… -Retrocedí unos pasos-
-Oh, ya, en serio… no está tan feo, mira…
Tom me lo mostró y entonces lo observé bien. No estaba tan feo después de todo, incluso, a lo lejos se veía tierno. Su cuerpo era suave y esponjoso y su cabeza dura, pero esbozaba una amigable sonrisa.
-Oh, creo que tienes razón, Tom… cuando era niño me daba miedo, pero ahora… no parece tan malo…
-¿Ya vez? Mira, incluso quiere ¡BESITO! –Me refregó al payaso en la cara-
-No, Tom, déjame –Le di un golpecito-
-Está bien –Bajó la mirada- oh… -bostezó y aventó al payaso-
-Bueno, como que yo estoy muy cansado, mejor recógelo y déjalo ahí…
-Bien –Dejó sentando al payaso en la mecedora-
-¡A comer, niños! –Escuchamos el llamado de nuestra dulce madre-
-Vamos, Tomy, habla mamá –Lo tomé del hombro- y tengo mucha hambre…
Ambos salimos hacia el comedor, pero cuando crucé la puerta, lancé una mirada fugaz al payaso, quien me contemplaba cómodamente desde la mecedora…
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Esa noche, a pesar de todas las tareas del hogar, mamá tenía un compromiso qué atender y nos quedaríamos solos mi hermano y yo.
Ambos subimos a nuestra nueva habitación, y mientras mi hermano tocaba su guitarra, yo me adentraba en un libro de vampiros.
A pesar de lo interesante de la trama, la acción y la emoción, no podía concluir un párrafo sin mirar al payaso.
Algo me incomodaba… estaba seguro de que había superado mi miedo a los payasos, pero aún así, había algo en ese muñeco que no me dejaba en paz.
Molesto, me puse de pie y lancé a su sonriente rostro una toalla, molesto.
-Tom, ya vamos a guardar los juguetes y vamos a dormir, tengo mucho sueño…
-Bueno. –Tom asintió-
Ambos empacamos de mala manera todos los juguetes y abrimos la puerta del clóset, para meter la caja, cuando, en la parte de abajo, nos topamos con otra cajita casi plana.
-¿Qué es eso, Tom?
-No lo sé… quizás los antiguos dueños de la casa la dejaron.
Me agaché con un poco de esfuerzo y saqué la empolvada caja. Su exterior era negro y misterioso.
Me senté en la cama y la abrí. Tenía unas cuantas telarañas y era una tabla de madera, en la cual, traía escritas todas las letras del abecedario, todos los números, decía en la parte de arriba “si” y “no” y hasta abajo “adiós”.



-Una tabla ouija… -susurré-
-¿De verdad? ¡Wow! Yo creí que ya no había de esas cosas…
-Se ve muy vieja… -Dije observándola con cuidado- incluso trae su puntero…
-¿Con que el juego de la copa, eh? ¿Qué pasa si jugamos un poco para ver qué pasa, Bill? –Susurró Tom macabramente-
-No, no parece correcto… hay que decirle a mamá para que la tire o la venda o no sé, pero hay que deshacerse de ella…
-Bill, anda, no seas amargado… ¡No creo que funcione!
-Bueno… -La curiosidad me mataba… Tom tenía razón, ¿y si no funcionaba? Además, sería una experiencia adquirida más y nadie me la iba a quitar- está bien, sólo hay que leer las instrucciones…
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Mi corazón palpitaba muy fuerte, estaba nervioso. Nunca había jugado algo tan peligroso como esto.
Era el momento ideal, pues en las instrucciones decía que debía ser en una noche lluviosa, y precisamente ése era el clima.
Colocamos 3 velas y nos sentamos en frente del tablero, con las luces apagadas.
-¿Comenzamos? –Susurré-
-Si –asintió Tom-
Ambos colocamos nuestras manos en el puntero y nos vimos a los ojos.
-Vamos Bill, pregunta…
-¿Yo? Fue tu idea, pregunta tú…
-Bien… ¿Hay alguien ahí? –Preguntó en voz alta-
Ambos nos quedamos en silencio. Tembloroso, esperaba a que el puntero se moviera hacia la palabra “si”, y que se formaran poco a poco las palabras, pero nada ocurría.
-Manifiéstate… -Ordenó mi hermano-
Con la presión alta, apreté los ojos y esperé a que algo sobrenatural ocurriera pero… nada, no había rastros de algún espíritu en pena, algún demonio, extraterrestre, campanita o Peter Pan. Nada.
-Tom, creo que no lo estamos haciendo bien…
-No, Bill, lo que pasa es que, como te dije desde un principio, la tabla no sirve para nada… mejor olvídalo, vamos a recoger todo y mañana le decimos a mamá que la tire, ¿Sale?
-Sí –Asentí aliviado-
Ambos apagamos las velas y recogimos la tabla. Nada había ocurrido… genial, ¿no? No estaba decepcionado, pero tampoco estaba muy convencido… ¿Para qué estar convencido? Mejor así, no me meto en más problemas…
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La lluvia estaba en su punto máximo, hacía frío y caían relámpagos una y otra vez.
Ambos ya nos encontrábamos dispuestos a dormir, cobijados entre las sábanas. Había sido un día muy cansado, pero de todas maneras, yo no podía dormir.
Le estaba dando la espalda al payaso, pero aún así sentía su mirada clavada en mí.
Sentía cosquillitas en la nuca y que alguien me observaba, incluso, que en cualquier momento me tocarían. Apreté fuertemente los ojos esperando el golpe, pero no. No debía cerrar los ojos, así que me di la vuelta y decidí vigilarlo mejor.
Lo vi de frente y… ahí estaba, con esa eterna sonrisa… sospechosa. Está quieto, es de hule, no se mueve. Un relámpago cae e ilumina todo, incluyendo la sádica sonrisa del payaso.
Cobardemente, me refugié entre las sábanas, hasta quedarme profundamente... dormido.

continuara....

- - - - - - - - - - - - - - PRÓXIMA NOCHE - - - - - - - - - - - - - - -

Grito 9 Noche 2 Lights Out «Miedo»

After the lights go out on you... after your worthless life is through.. i will remember how you scream

viernes, 3 de junio de 2011

Grito 8 Cannibal «Pasión»

¡Hola! Pff tenía tiempo que no cambiaba la imagen del blog xDDD haha... después de leer un grito de 6 noches, ahora viene uno de tan sólo una noche. ¿Saben algo? Sin contar este cap, solo faltan 3 para que Scream termine :/ ¡Aaaaah! Y después va ink fall angel D: tengo que apurarme a hacer bien ese fic hahahaha... gracias por sus comentarios, ustedes saben que los adoro n.n...
Pasando a otro tema, anteriormente hice la encuensta de qué tipo de fics preferían, y dijeron que románticos y sangrientos.. bien, este cap contiene de ambas... espero que no lo odien y me golpeen por la trama pero es que... mi lado asesino salió -muajajajaja- *¬* (Se vuelve loca) hehe... voy a ver que les parece ;3 Espero que les guste... besos, ¡Bye!

Grito 8 Cannibal «Pasión»

Aquel cuerpo tan sagrado para mi persona, se encontraba justo frente mí.
En sus ojos podía notar que estaba apagado, como una vela a la que le soplas y queda simplemente la oscuridad.
Ese lindo cuerpo tan delicado, dulce y preciado, se encontraba inmóvil frente a mi, helado, ausente… muerto.
Las manos me temblaban y el sudor escurría por mi frente. La posición de cuclillas era cansada y sentía que en cualquier momento podría caer.
Alcé con cuidado una de las manos con las que me sostenía y noté que estaban teñidas del más bello rojo carmín que jamás pude haber visto. Dulce, intenso.
Era imposible no admirar tanta belleza, digo, es que ese muchacho era realmente bello, imposible que fuera real, era un sueño… uno del cual yo no quería despertar.
Caí de rodillas al suelo y lo vi más de cerca. El olor de su colonia todavía se desprendía de aquellas ropas negras que portaba. Era un aroma penetrante, fuerte, tan fugaz como él.
Posé delicadamente mi mano contra su pecho y la bajé lentamente, acariciando su piel blanca, pura… deliciosa…
Sujeté con fuerza el cuchillo clavado en su vientre y lo retiré cuidadosamente. No queremos lastimar a nuestro Billy… ¿O si?
¡Ah! ¡Qué bellísimo tatuaje el de su firme tronco! Por fin me encontraba cara a cara con él, como lo había deseado siempre, como él lo había negado.
Después de haber rasgado todas sus vestiduras, me encontré con la profunda herida que había provocado en mi amado. ¡Juro que no quería hacerlo! ¡Yo quería obtener su amor por las buenas! Pero el jamás se dejó…
-Bill… -Lancé un suspiro al aire en forma de su nombre- yo te amaba tanto, mi amor… yo te quise siempre, pero al parecer… a ti nunca te importó.
Comencé a darle caricias a ese sedoso cabello negro, tan bien cuidado y muy característico de él, una parte de mí, realmente estaba enamorada de su cabellera.
Siempre había anhelado tan sólo… acariciarlo. ¡No exigía más! Un beso, una caricia ¡Tan sólo eso! Pero él…
-Cariño… -susurré- no había necesidad de llegar a esto –Acaricié con el dedo pulgar sus dulces labios- y tampoco había necesidad de que me trajeras esas bellas rosas… -Volteé a ver a la mesa y se encontraba ahí el único testigo presente: Un ramo de flores rojas-
El color rojo siempre había sido mi favorito, desde que tengo memoria.
El color rojo simbolizaba para mí todos los extremos, toda la vida, todos los sentimientos. Rojo significa amor, rojo simboliza rabia, rojo simboliza locura, significa pasión, entrega, amor, obsesión ¡Simboliza todo lo que sentía por MI Bill!
Siempre deseé estar teñida por completo de ese color, y hoy, se cumplirá poco a poco mi deseo.
Recargué mis sucias manos contra sus hombros y me acerqué poco a poco a sus labios. Presioné con cariño mi boca contra la suya y lo jalé en un beso apasionado.
Tiré violentamente de sus cabellos, rasguñé su espalda con entrega y terminé por mordisquear aquellas frías mejillas, lamiéndolas y presionándolas a toda mi disposición.
-Ah, Bill… -Susurré gimiendo entre beso y beso- si tan solo ésas rosas me las hubieras dado sólo a mí… -Recosté mi cuerpo de golpe contra el suelo y tiré del suyo para que éste quedara arriba de mí- si sólo esas flores hubieran sido únicamente mías… -Acerqué mi boca a su oído- entonces… tu no estarías en esta posición en este justo momento…
Las carcajadas comenzaron a salir de mi garganta en forma de notas pícaras y perversas. Estaba ebria… ¿Por qué otra razón reiría tanto después de cometer un crimen? Las copas que había tomado a su lado antes del pequeño incidente, al parecer me estaban haciendo efecto.
Pregunta: ¿Por qué había tomado a su lado?
Respuesta: Por que le habían roto el jodido corazón y no había nadie más con quién consolarse que con su estúpida, ingenua y dulce mejor amiga, su tonta enamorada, a la cual, terminó por darle las rosas que habían sido rechazadas por la otra.
¡Ah! ¡Pero qué deshonra! Yo me quedo con las sobras del perro ¿No? Toda la vida fue así, hasta esta cálida noche, en la que me toca por fin el plato fuerte.
Totalmente decidida, preparada y ansiosa, tomé con las dos manos el filoso cuchillo y lo clavé de nuevo en su pecho, viendo como poco a poco aquel líquido carmesí caía como cascada hacia el suelo, tiñéndolo de mi tono favorito.
Con uno de mis dedos, tomé una pequeña muestra de aquel vino tinto y lo llevé hacia mi boca.
-¡Delicioso! ¡Dulce! ¡Embriagante! –Grité descontroladamente, pues podría pasar la eternidad bebiendo su sangre.-
Por puñitos, me llevaba lentamente aquel suculento manjar a la garganta.
Realmente gozaba de ese gran placer, que pareciera casi de los dioses.
-Jamás creí que tu sabor fuera tan meloso… -Susurré mientras saboreaba la sangre embarrada en mi boca-
Con todo lo que sobraba, comencé a pintar mi ropa de rojo. Empapé cada milímetro visible de mis vestiduras, trayendo a mi amado en éstas.
-Bill… Bill… Bill… -Jadeaba mientras me empapaba de él- por fin eres mío, Bill, por fin…
Por cada gotita de sangre que untaba en mi cuerpo, sentía que poco a poco Bill iba siendo completamente mío, que su cálido olor se impregnaba a mi piel y que sólo de esa manera, podría saciar todos estos sentimientos reprimidos.


En medio de tal placer, sentí que mi estómago rugía. No había comido desde el medio día, por eso el alcohol me había caído tan pesado. Me llevé mi mano derecha a mi estómago y lancé una mirada pícara a mi amor.
-¿Qué prepararemos de cenar hoy, querido? –Me relamí los labios sensualmente y comencé a gatear en el suelo alrededor de él, como una pantera, devorando a su presa- -No lo sé, linda, ¿Qué postre se te antoja? –Pareciera que su respuesta de siempre retumbaba en mi cabeza-
-Un postre… me gusta cómo cocinas tus postres… -Susurré recordando todas las veces que dialogamos la misma conversación-
-¿Quieres que te prepare uno? –Una vaga imagen de su sonrisa recorrió mi mente-
-No, mi amor, el postre ya está preparado…
-¿Ah, si?
-Si…
-¿Y qué es?
-El postre… eres tú…
Siempre había deseado decir esas suculentas palabras y devorarlo como en este instante.
-¡Ah! Tu carne huele tan rico, Bill… -Saqué parte de lo que se encontraba en su abdomen- ¡Qué ricas tripitas, nene! ¡Y son rojas! ¡Siempre quise una bufanda así de intensa y larga! ¿Me la puedo probar? Ah, no, pero con la comida no se juega, ¿Cierto? Entonces… ¡RAWR!
Me llevé a la boca el plato fuerte. Sabía un poquito… babosito en textura, pero su sabor era único, era a… ¡El más delicioso pastel de fresa y chocolate que jamás pude haber comido antes!
-¡AY, BILL! ¡¿QUÉ HAGO CON UN CHICO TAN SUCULENTO COMO TÚ?! –Me quedé quieta unos momentos- ¡COMERTE! ¡JAJA!
Por fin, por fin sentía lo que era tener a mi amado dentro de mi, poseerlo completamente, ¡Por fin saciaba todas mis necesidades que incluso ni con sexo lo iba a lograr!
Comencé a acariciar suavemente su piel restante, y me topé con esas tetillas color de rosa tan lindas, dulces y tiernas que no podían faltar en la cena.
Con el cuchillo, desprendí ambas con cuidado y me las llevé a la boca, gozándolas como postre, como si de cerezas se tratara...
-Billy… -Tomé delicadamente su mano, observando sus delicadas uñas negras- yo te quiero mucho… te quiero, mi Bill, perdóname…
Pequeñas lágrimas impuras se derramaron de mis ojos. Muy aparte de mi estado de ebriedad, una fracción de mí estaba en sus 5 sentidos y sabía que lo que había cometido estaba totalmente erróneo.
Estaba segura de que ese pecado que había cometido era mortal, que me costaría incluso arder en las llamas del infierno, que me había vuelto una bestia, que era un monstruo. Pero después de todo, aquella barbaridad había valido la pena. Tenía a Bill adentro ¿cierto? Ese era mi objetivo, probar el delicioso sabor de mi príncipe, de mi rey, de mi amo y llevarlo siempre conmigo...
Por fin había llegado al clímax de esta pasión… qué delicia.

FIN

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Grito 9 Lights out «Miedo»

After the lights go out on you... after your worthless life is through.. i will remember how you scream