sábado, 27 de agosto de 2011

Capitulo 11 Vete de mi vida

¡Hola! ¿Como están? Yo con HARTA tarea -___________- lamento no haber publicado antes como había prometido, pero... agradezco bastante todos los comentarios :) ARIGATO! Me he emocionado bastante n.n Espero que les guste este cap a pesar de que lo escribí mega rápido -____- quizás no te guste mucho, Adrianne :/ quiero saber tu opinion :) No te preocupes, Francis..... Bill encontrara el camino "correcto" (no completamente correcto, pero va a progresar :)) pero para llegar a eso debe pasar por un camino turbulento..... nuevamente muchas gracias. Disfrútenlo, bye!

Capitulo 11 Vete de mi vida

Dianne´s POV (Point of View)

Las frías lágrimas acariciaban lentamente mis mejillas, causando ardor al contacto… acababa de acontecer algo terrible, algo que quizás, tan sólo quizás en mi interior ya presentía, pero siempre me negaba a aceptar que quizás sucedería.
Me sentía terrible, me sentía sucia… sucia por haber estado varias veces en los brazos de esa bestia… ¿qué digo bestia? En los brazos del mismo Luzbel…
Tan sólo con recordar esa discusión me dolía, me dolía haber pronunciado esas palabras… pero no me arrepentía.
- - - - - - Flashback- - - - - -
En ese entonces ya me había recuperado. No tenía ni la menor idea de qué me ocurría… pero la enfermera me dijo que fue un bajón de presión debido a ingerir tan pocos alimentos.
Era cierto, últimamente no me daba mucha hambre, debido a un ligero stress.
Me encontraba dispuesta a salir de la enfermería, cuando Bill legó corriendo y gritando y… sospechoso.
Sus palabras literalmente fueron: “¡Señorita! ¡Señorita! He ido a ver a la Directora Hoffman, su esposo acababa de salir, y esperé a que ella se tranquilizara por que acababan de discutir, afuera de la oficina, pero cuando entré no me contestaba ni nada, revisé su pulso y no se mueve, está helada, señorita, ¿La puede revisar? Estoy muy espantado, por favor” Se veía histérico, como loco, hacía ademanes exagerados y traía un color rojo intenso en su piel…
Mis ojos inmediatamente amenazaron con salirse de sus órbitas, mientras comenzaba a perder el equilibrio nuevamente.
La señora directora… ¿no tiene pulso? Eso significa que… ¿está muerta? Y Bill… ¿Asustado? ¿Desde cuándo Bill le tiene miedo a un cadáver o a una persona desmayada? Él ha tratado con muchas personas “inconscientes” y… esa idea me aterra.
Mi ceño se frunció inmediatamente y una holeada de confusión y miedo recorrió todo mi cuerpo.
La enfermera salió corriendo al lado de Bill, quien pronto llamó a la policía e hizo un tremendo escándalo en la escuela, pues la mujer si había fallecido.
El alboroto era totalmente innecesario, pero según su lógica, era actuar “normal”, aun que para mí era “mentir como un profesional”.
- - - - - - - - - -
Eran aproximadamente las 7:00PM cuando me encontraba reflexionando sobre lo ocurrido.
El molesto escándalo de afuera me aturdía.
Lentamente, los chillidos agudos comenzaban a penetrar adentro de la habitación, haciendo volar las cortinas, acompañadas del helado viento.
El eco del aire retumbaba contra las paredes, quienes me susurraban en una culposa voz: “Él lo hizo”… “NO” contestaba mi débil alma contra esos susurros.
La puerta crujió al abrirse, y unos pasos de madera se escucharon adentro de mi cueva. Volteé lentamente y me topé con el sonriente Bill, quien me miraba con ojos de… ¿ternura?
-Dianne… -Suspiró mi nombre mientras se hincaba a acariciarme, pues me encontraba recargada contra el armario, sentada en el suelo- ¿te encuentras bien?
-No es de tu incumbencia –Susurré cortantemente mientras esquivaba con cuidado sus caricias-
-¿Qué te sucede? –Preguntó mientras trataba de agarrarme-
-¿Qué me sucede? –Susurré por lo bajo.
-Si, cariño… ¿Qué tienes? ¿Salió todo bien?
-Esa es una pregunta que yo te debo hacer, Bill… ¿Salió todo bien?
-¿Respecto a qué?
-Respecto a tu nuevo crimen… -Volteé la cabeza a su lado y le miré directamente a los ojos.
Su gesto era de total impacto… quizás creía que era una estúpida y que jamás me daría cuenta de su tan tonta mentira…
-Dianne… yo… lo lamento –Se descaró completamente- necesitaba hacerlo, tu me dijiste que lo que te molestaba eran los obstáculos… ya hemos superado uno… -Interrumpí-
-¿Hemos? ¿HEMOS? ¿Te atreves a manchar mi nombre diciendo que NOSOTROS lo hemos superado? ¿Es que acaso yo fui cómplice?
-No, pero a ambos nos estorbaba…
-Te pedí un año… un solo maldito año… un año en el que te pudieras contener, en el que pudieras ser una persona normal, en el que me pudieras demostrar que me quieres y que lo que me dijiste aquella noche era cierto –Las lágrimas se comenzaron a desbordar de mis ojos- que era cierto que te arrepentías de todo lo malo que habías hecho, que me demostraras que después de todo, el pasado, pasado es… ¡Pero no! No puedes… no me puedes dar el placer de no tenerte miedo, de no pensar que en cualquier momento me puedes matar –Interrumpió-
-Amor… yo nunca te lastimaría…
-¡Pero a otras personas sí! ¡Y yo no quiero estar contigo si lastimas a alguien más! Lo admito, ¡Me das miedo! –Me puse de pie y retrocedí al imaginármelo cubierto de sangre… como solía hacerlo en el pasado, ahora… en el presente.
-Pero… no tienes por qué tener miedo, yo no te haré nada, yo te quiero, por favor entiéndeme…
-No, no te entiendo, no entiendo por qué todo debes solucionarlo con sangre, con violencia, con la muerte… ¿sabes qué han de estar sintiendo ahora mismo los hijos de esa pobre mujer, eh? Su mundo está destrozado, porque su mamá está muerta y acusan a su papá de asesino, cuando realmente fue otro tipo que lo hizo por… ¿cobarde? ¿Impaciente? O simplemente por… por… ¡PLACER! Ya no soporto esto, Bill… -Tomé aire y me relajé. Debía dejar fluir las palabras, debía ser fuerte y hacerle una propuesta no muy agradable para él, pero satisfactoria para mí- quiero que terminemos… esto es un adiós, Bill Kaulitz… ha sido un honor tenerte como algo más allá de amigos en estos últimos años… agradezco tu cariño y comprensión, pero… creo que es hora de que eso llegue a su fin –Aquellas palabras me brotaron más duras que el metal mismo, mientras le miraba a los ojos y lo decía lo más seria y recta posible.
-¿Qué? –Su mirada atónita y horrorizada me hizo dudar un poco.
-Lo que has oído… pido terminar nuestra relación, quiero que tomes tus cosas y te vayas, encuentres un trabajo, otra mujer y que me dejes continuar con mi vida… tengo derecho a ser feliz, y a tu lado no lo soy…
-Dianne… estás… estás… ¿corriéndome? –Las lágrimas por fin brotaron espontáneamente de sus ojos, cayendo lentamente hacia su chaqueta.
-Sí… y no nada más por hoy… si no por siempre –Le miré recta.
-No… esto no puede ser posible… tu… eres Dianne, y yo soy Bill, y, y… nos amamos… tu y yo somos los protagonistas, no, no, no… tu y yo no podemos terminar así como así, Dianne, dame otra oportunidad, no seas tan cruel conmigo…
-¿Y cómo te debo tratar? ¿Sumisa como siempre? Una nueva Dianne ha nacido hoy, una independiente, fuerte y correcta… ya me cansé de todos los problemas que he tenido por TU culpa, ya me cansé de tu crueldad y tus crímenes ¿quieres seguir matando? Hazlo donde yo no te vea, vete, lárgate a otra ciudad, pero no me sigas dando asco y lástima aquí parado… la puerta es muy ancha y cabes en ella, hazlo ahora antes de que llegue Mila y te vea… hasta nunca, Bill…
-¡NO! ¡TE AMO! ¡NO ME PUEDES HACER ESTO! –Se abalanzó contra mí para abrazarme, al tiempo que lo rechazaba con las manos- ya déjame en paz, no quiero volver a repetir el sermón, vete y déjame sola… no te quiero volver a ver. –Su alma lastimada, con esfuerzo asintió con la cabeza y contestó:
-Bueno… me iré por ahora, dejaré que te tranquilices, pero… recuérdalo, Dianne… eres mía y de nadie más, lo dice tu piel…
Esta vez el golpe había sido para mí. Era cierto… siempre sería suya, como una goma a la cual le escribes tu nombre.
Su sombra salió rápidamente, dejándome de nuevo tirada… como una muñeca de trapo, aunque esta vez la de mayor fortaleza había sido yo.


continuara......

domingo, 21 de agosto de 2011

Capitulo 10 El asesino dentro de mi

Hola, chicas... ¿Como están? Yo por fin les publico capitulo... mil y un disculpas por la tardanza, les juro que mi compu había reaccionado, pero luego se volvió a morir y arrrrrg ¬¬ les escribo desde la pc de mi madre... perdonen si me vuelvo a desaparecer y tardo, pero es que mañana regreso a clases... AGH! Pero prometo no cancelarla o interrumpirla... eso si lo prometo :) Mil gracias por su apoyo, son las mejores :,D espero que les guste el cap, yo me he divertido de lo lindo escribiendo este capitulo... gracias por todo. Cuidense, chao!!!!

Capitulo 10 El asesino dentro de mi

El tiempo pasó lentamente, llevándose con él los minutos, horas, días, semanas… ¿qué más da?
De vez en cuando me daba insomnio y me sentaba al borde de la ventana, tan sólo a pensar, pensar y pensar, mientras Mila estaba profundamente dormida.
Pensaba en mi padre y los problemas familiares… pensaba en Tom, en mi encuentro poco romántico e inesperado con otro muchacho, el cual me hacía dudar demasiado respecto a lo que hacía con mi otro pensamiento… Bill.
Éste último era el que más me preocupaba. Si bien a veces me trataba con delicadeza, con cariño… me susurraba palabras bonitas al oído y me daba besos y caricias, a veces lo desconocía, pues el asesino dentro de él brotaba con el más mínimo roce que me dieran otras personas.
Esa conducta sin duda era muy escandalosa, por lo cual estaba completamente SEGURA de que nos traería bastantes problemas en un futuro muy cercano, y a problemas no nada más me refiero a que la directora nos regañe y que nuestros compañeros nos tachen de malas personas, si no a problemas emocionales para mí y para él… esta relación no tenía nada de constructiva, al contrario, era destructiva, de modo que la pasión y el fuego nos consumía lentamente las entrañas.
Las lágrimas resbalaban por mis mejillas mientras recordaba el piano, los ángeles y tatuajes… quería volver al pasado, quería quedarme cómoda en mi casa jugando con mi padre en vez de buscar ropa, en vez de haber visto esa estúpida chamarra… se la hubiera dejado a él, después de todo era para hombre. Así me hubiera ahorrado mucho sufrimiento…

Bill´s POV (Point of view)

Aquella tarde el cielo estaba nublado, gris, casi como siempre…
Dianne se encontraba cortante conmigo y yo no tenía ni la menor idea de por qué… ella siempre ha sido de una mente compleja, ¿Ahora qué he hecho para enfadarla? ¿Por qué he hecho enojar a mi princesa? Pregunté millonea de veces hasta hartarla, de modo que pudo responder que esto estaba mal, que los obstáculos eran los que la molestaban, que el ambiente, sus problemas, todo.
Yo amablemente extendí mis alas hacia ella, protegiéndola de todo mal, sin saber que, quizás, el mal para ella… era yo…
Una muchacha alta de cabello cobrizo se dirigía hacia nosotros… su falda llegaba a arriba de la rodilla, y sonreía pícaramente.
-Profesor Benjamin, –Llamó mi atención- Dianne Gray, los llaman en la dirección…
-¿A nosotros? –Pregunté distraídamente-
-Sí, a ustedes DOS –Recalcó mirando a Dianne, quien con inocencia alzó la mirada, sintiéndose regañada, quizás ahogada-
-Bien, ahí vamos… -Asentí con la cabeza y tomé con delicadeza a mi compañera, quien con ojos nublados, comenzó a tropezar en el pasto, caminando torpemente- oh, vamos, Dianne… no creo que el regaño sea para tanto, cariño, hemos resistido más…esto es una tontería…
-Bill, me siento mal… -susurró mientras se agarraba la cabeza-
-¿Qué sientes, Dianne?
-Me duele mucho la cabeza, estoy débil, siento que me voy a caer –Sus palabras se interrumpieron por una fuerte arqueada, por la cual casi vomita a medio camino, ya subiendo las escaleras-
-A ver, tranquilízate, te voy a llevar a la enfermería y el que va a hablar con la directora soy yo, ¿Vale?
-No, Bill, por favor
-Estás muy mal –Dije caminando hacia la enfermería- así que aquí te quedas –La senté y llamé a la enfermera…
- - - - - -
¿Es que acaso no podrían ser más discretos? Bueno, yo no soy absolutamente nadie para hablar de discreción, pero estoy seguro de que si me peleara con mi mujer, no lo haría en la oficina de una escuela.
La directora se encontraba discutiendo a gritos con su esposo, de modo que podía oír a la perfección las razones de su desagradable encuentro.
Las sombras de ademanes exagerados se podían distinguir através del cristal de la puerta… quizás estén planeando divorciarse. Sería lo mejor para no hacer tanta escena.
Después de esperar 15 minutos, el hombre salió de un color rojo intenso en su piel, estresado y de mala cara.
Sin remordimiento alguno, azotó la puerta y exclamó “¡Qué bueno que te he sacado de mi vida!” haciendo una brutal y escandalosa salida… ¿De verdad yo soy así en mis arranques?
Simplemente negué con la cabeza y me paré penosamente en la puerta de la oficina de la señora, quien se encontraba frotándose las sienes, recapacitando lo ocurrido.
Lentamente alzó la mirada hasta toparse conmigo, hizo un gesto y preguntó:
-¿Qué se te ofrece, Benjamin?
-Disculpe mi imprudencia en un momento tan inadecuado como este, pero... me parece que me ha citado anteriormente y... decidí acudir a su llamado -Torcí la boca esperando una mala contestación.
-Ah, claro, claro, Benjamin, pasa... –Invitó cortésmente, al tiempo que yo me introduje en la sala y cerré con cuidado la puerta- Toma asiento –Indicó. Yo asentí obedientemente y me senté en frente de ella, observándola directamente a los ojos.
-¿Me puedo quitar la chamarra? -Pregunté acalorado.
-Ah, claro, claro, quítatela... -Retiré lentamente a mi querida amiga de mis brazos y me acomodé en el asiento.
-Listo, ahora sí, ¿me puede decir qué quería platicar conmigo?
-Quería hablarte sobre un tema muy delicado, pero para eso necesito a Dianne también con nosotros… ¿Dónde está esa muchachita?
-Se ha sentido muy mal, así que está en la enfermería, quizás le bajó la presión o algo parecido, estuvo a punto de desmayarse –Curvé una delicada sonrisa, tratando de sonar lo más amable y educado posible.
-Bien, entonces tendré que hablar con cada uno por separado –Volvió a frotarse el rostro, mostrando total desagrado por mis palabras- pero bueno, comenzaré contigo, querido Benjamin –Hizo una pausa y volvió a hablar- quiero decirte que eres un excelente maestro, las chicas han venido a contarme lo buenas que son tus clases, lo apasionadas y entregadas que llegan a ser en repetidas ocasiones, y esto me da mucho gusto, pues dominas la materia y eso ayuda a las alumnas a aprender más rápido, te felicito… al parecer eres el maestro predilecto…
Ante tal comentario, no hice nada más que reír. Debo admitir que me halaga que muchas muchachitas se fijen más en mi físico que en la materia… realmente halaga, pues eso significa que soy guapo… ¿O acaso no?
-Y todo va a la perfección hasta que… -pensó metódicamente sus palabras- ¿Cómo te lo digo? Todo iba bien hasta que… te involucraste con una de las alumnas, Benjamin… no sé si la conoces desde antes, si estás jugando con ella, si la amas, o si es simplemente tu chica de una noche, no lo sé ni me interesa saberlo… pero lo que sí se es que estás causando varios conflictos entre el alumnado… estás dando un terrible ejemplo de inmoralidad, eres su maestro, y entre ambos hay mucha diferencia… ¿Por qué crees que tú te paras en frente de ellas? Es porque eres alguien superior, alguien preparado, alguien listo, alguien… intocable, alguien al que se le debe tener una palabra llamada RESPETO –Hizo énfasis en la última palabra.
Mi mirada se clavó en sus arrugados labios. Ese par de rendijas entrequebradas me lanzaban agujas una y otra vez, hiriendo absolutamente toda mi piel.
Sus palabras me quebraban, mientras más salían de su boca, más me opacaba, más me frustraba, más me molestaba…
¿Es que acaso trataba de prohibirme mi relación con Dianne?

“Eso es lo que me molesta… que lo nuestro esté prohibido. Que no podamos estar juntos”

Las palabras de mi amante retumbaron en mi cabeza, chocando contra las paredes de mi cráneo una y otra vez.


“Debo eliminar a cualquiera que se interponga entre los dos”


Aquellas voces angelicales hicieron eco dentro de mí.


“Debo obedecer a las voces”


La directora continuaba hablando y hablando, pero yo no entendía ninguna palabra. Sólo veía a su yugular.
La habitación quedó en silencio, al tiempo que yo me puse de pie y comencé a caminar lentamente, como una araña, hacia esa mujer.
Me senté descaradamente sobre el escritorio y la tomé de la barbilla, haciéndola mirarme a los ojos, seduciéndola lentamente.
-¿Cree que soy apuesto? –Pregunté curvando una sonrisa burlona, como la del Gato Risón, personaje de pesadilla, de Alicia en el País de las Maravillas.
-¿Qué? –Preguntó confundida ante mis palabras.
-Ha escuchado muy bien, Astrid, ¿Soy atractivo? ¿Le gusto? –Crucé las piernas provocativamente, haciendo sonrojar a la confundida mujer, quien con dudosa voz contestó:
-¿P-Pero qué dices, Benjamin? ¿Qué estás haciendo?
-Trato de averiguar si quisiera pasar la noche conmigo, usted sabe, -Acerqué peligrosamente mi rostro hacia el de ella- quisiera saber si no hay mucho espacio entre los dos… si puedo estar con usted –Comencé a acariciar delicadamente su cabello- quisiera saber si… le atraigo…
-Benjamin… -Susurró- eres un hombre muy atractivo, no lo voy a negar…
-Atracción, eh… ¿Qué sería capaz de hacer usted por atracción?
-Supongo que… dejar a mi marido –Rió-
-¿A si? Pues yo soy capaz de hacer cosas mucho más grandes, ¿le confieso algo? –Me acerqué a su oído para susurrar lentamente- yo soy capaz de ir más lejos, yo soy capaz de matar no nada más por atracción, sino por amor… y AMO con locura a Dianne, así que por favor, suplique por ir al cielo…
Su rostro cambió de leve placer a terror, e inmediatamente intentó gritar, pero silencié sus lamentos con mi mano estrangulando su garganta, tapando su respiración, asfixiándola sin piedad.
En medio de la violencia, su púrpura mano logró coger unas tijeras de metal que estaban en el escritorio, clavándomelas en el brazo.
Me aguanté las ganas de gritar y terminé con mi trabajo.
Su liviano cuerpo, ahora apagado por la muerte, quedó sentado en el escritorio, en su clásico sillón giratorio.
Pequeñas gotitas de sangre comenzaban a resbalar por mi brazo, las cuales inmediatamente limpié con papel. No debía dejar rastro alguno, ni siquiera una pequeña gota.
-Dianne… -susurré mientras sentía mi corazón arder- todo lo que hago por ti… -Guardé las tijeras en mi bolsillo- te amo tanto… -Me puse de nuevo la chamarra y salí corriendo haciendo un escándalo. Un escándalo falso, pues yo no he solo encontrado su cadáver, yo me he encargado de que lo sea…

continuara....


lunes, 15 de agosto de 2011

Esperen tantito nenas T__T

¡Hola! ¿Como están tokis-aliens? yo mega triste y preocupada por mi compu D: se me ha descompuesto y ahí tengo todos mis escritos T.T quería pedirles el rápido favor de que me esperen, pues en estos momentos ni siquiera he terminado de escribir el cap.. estoy muy apenada con ustedes, pero espero que me entiendan n.n además, les doy un pequeño adelanto del próximo cap: Se viene el primer asesinato ;3, peleas y corazones rotos D: estoy haciendo otra portada del fic y el blog va a quedar bonito :D se los aseguro ;D
Bueno, sin más por el momento que decir, me despido de ustedes con el tema durch den monsun, pues hoy es su cumple 6 n.n WOW qué rapido crecieron los twins O.O haha,,, las quiero mucho, mil gracias por estar ahí, su comprensión y sus bellos comentarios n.n
Cuidense mucho y la dinamica es como la vez anterior: me dejan una carita con un "ok" ¿Vale?
Sayonara!

jueves, 11 de agosto de 2011

Capitulo 9 Un brillante encuentro

¡Hallo! ¿Qué haciendo? n.n Ash, lógicamente leyendo -___-´  haha, no me hagan caso :3 ¡no saben el gusto que me dio recibir casi inmediatamente todos sus comentarios! n.n awwwww estoy tan happy :D (pero no borracha, eh ¬¬) hehe... veo que si les intrigó el final del cap enterior ;D bueno, pues quítense la intriga y descubran quién es el nuevo galán misterioso... espero que les guste el cap, cuidense mucho aliens, GRACIAS por todos sus buenos comentarios... Sayonara!
P.D. Lizzy! Me dio mucho gusto recibir tu comentario... este cap te lo dedico ;D haha ya sabes... ¿No? "La molécula" :DDD ¿Ya regresaste de Puebla? Anda, di que sí.. tengo MUCHO que contarte, háblame por fa... u.u estas vacaciones me haz abandonado D: mala ¬¬ T.T no sabes! He soñado como 10 veces con Pepu, Liz lo EXTRAÑO D: Me estoy volviendo loca, por fa, háblame TT____TT
P.D.2. Y ahora sí, como tu dices Adriana, en el baile: Personaje misterioso + Bill + Tom = Matanza segura :D haha... conste que ya les di un adelanto de lo que se viene más tarde ;3

Capitulo 9 Un brillante encuentro

Era el segundo día en este pueblo, en el que el sol brillaba, puesto que casi siempre era color gris.
El ambiente era fresco pero cálido a la vez. El viento soplaba y alborotaba nuestros cabellos.
-¿A dónde me llevas? –Pregunté a Mila mientras me jalaba de la mano. Ella me había dicho que sería una sorpresa, que debía descubrirlo yo misma, pero… no sabe que yo aborrezco las sorpresas.
-Ya te dije que te aguantes, ya casi llegamos…
-¿A dónde vamos? ¿A la escuela de hombres o qué?
-¿Cómo adivinaste? –Se detuvo y esbozó una gran sonrisa- es domingo, ¿No? Mientras no te saltes la barda todo está bien –Se dio la vuelta y continuó jalándome.
-Oye, no, no, yo no quiero conocer muchachos, Mila, tengo novio –Solté su mano.
-Oh, vamos… no quieres tener amigas mujeres, no quieres tener amigos hombres ¿Entonces qué? Me halaga mucho que a la única que ames sea a mí –Se señaló pretenciosamente- pero debes saber que en el baile no vas a poder bailar toda la noche con un maestro, Dianne… tienes que tener un chico de repuesto –guiñó el ojo- y debes apartarlo desde ahora...
-No, Mila, de verdad, prefiero quedarme parada en una esquina, pero por favor… me da pena…
-¿Ese es el problema?
-No, no, simplemente no quiero, por favor…
-Ah, entonces los cité a lo tonto, eh –Se llevó la mano a la cintura-
-¿Los citaste? –Hice un gesto no muy agradable.
-¡Claro! Y les hablé de ti, así que no puedes dejarlos plantados –Me volvió a tomar de la mano.
-Espera… ¿cuántos y quiénes son?
-Es mi pretendiente y sus amigos –Se veía emocionada por la palabra “pretendiente”
-¿Y como cuántos son?
-En total son cuatro, pero solo tres están disponibles para ti, ¿Vale?
-Ay, Mila creo que es mala idea…
-Ven, no tengas miedo, te van a caer súper bien…
Después de jalonearme un mucho poco más, por fín llegamos a la barda que separaba ambas escuelas.
Tragué saliva.
Mila se asomó impetuosamente y les hizo señas a 4 muchachos que estaban cerca, haciendo que vinieran hacia nosotras.
Me sentía patética, avergonzada… lenta.
Bajé la mirada y esperé a que me mencionaran o algo parecido.
¿Bill me estaría viendo? Esa terrible idea me hizo estremecer… ¿En qué estúpidos líos me meto por mi amiga urgida sociable?
Tanto me había compenetrado en mis pensamientos que ni siquiera noté que los muchachos ya estaban de nuestro lado, cruzando la barda.
-Ah, y ella es mi amiga Dianne… -Mila me jaló del brazo y me presentó hacia un chico pelinegro de camisa blanca. Por la forma en que ella lo veía (como ardilla enamorada) supuse que él era el dichoso pretendiente-
-Mucho gusto –Estrechamos las manos.
Fui saludándolos uno por uno. Brian, Mike, Eros y… James…
Ésta último me hizo sonrojar tan sólo con rozar su grande mano.
Era muy alto, de varonil y buena complexión. Su piel apiñonada brillaba a la luz del sol, tendiendo a ser casi dorada, como un brillante sol.
El cabello era relativamente largo, lo llevaba un poco antes del hombro, era castaño y un poco despeinado.
Su sonrisa era amplia y amigable, luciendo unos hermosos y bien cuidados dientes blancos, impecables, imposibles de manchar.
Sus ojos eran de un color otoño intenso, y su voz era suave, con una melodía muy particular.
Mi corazón comenzó a latir muy fuerte. Jamás había latido así por otra persona que no fuera Bill.
Ambos nos quedamos mirando, era algo así como… un flechazo.
-¿Hola? –Dijo Mila pasando su mano en medio de nuestras miradas, rompiendo el encanto y sonrojando nuestras mejillas.
rompiendo el encanto y sonrojando nuestras mejillas.
Todos nos sentamos a “platicar”.
Mientras Brian rodeaba a Mila con su brazo y los otros dos (Mike y Eros) planeaban salir una tarde, James y yo nos apartamos.
-Mucho gusto, Dianne –Volvió a sujetar mi mano- no me pude presentar por mí mismo, lo siento –Rió- soy James Himmel y es un honor conocerte…
-El gusto es mío, James –Estreché su mano- parece que eres el único educado por aquí –Reí-
-Eso parece, por eso los demás me dicen payaso –Rió a la par conmigo.
-No, no eres payaso, al contrario, caballero…
-Gracias por el cumplido, Dianne… eres de nuevo ingreso, ¿cierto?
-Sí, soy nueva por aquí…
-Ya veo, Mila nos estuvo contando maravillas sobre ti
-Ay, no… ¿Qué les dijo? Por que yo no tuve nada que ver, eh, ella intenta hacerme una persona sociable, pero… últimamente eso no va conmigo…
-¿Por qué no? Nos dijo que eras muy buena persona, respetuosa y penosa, veo que es cierto –Rió-
-Ammmm… algo así
-¿Algo así qué? –Escuché una voz más gruesa interrumpir nuestra conversación-
Alcé la mirada y me topé con Bill del otro lado de la barda, alzando una ceja y horrorizándose al verme con James.
-Bi-Benjamin… -Titubeé al mirarlo.
-Dianne… soy Benjamin, no Binjimin –Sonrió perversamente- ¿se puede saber qué hacen ustedes del lado de las mujeres?
-Oh, profe… qué pregunta –Rió el tal “Eros”- usted fue el que nos dio el ejemplo…
-¿Ejemplo? –De un brinco saltó la barda- no me lo recuerdes, Eros, me hace sentir… terrible… -Caminó sensualmente, casi imitando a un gato y me extendió la mano- ¿Romperías las reglas conmigo, Dianne? ¿Quieres ver la otra escuela? Hay un salón que te va a encantar…
Las palabras de Bill fueron completamente incómodas, si la situación lo era de por sí, imagínense lo terrible que era entonces.
Todos se me quedaron mirando, esperando una respuesta o algo similar. Esperaban que tomara su mano y saliera corriendo como loca con él, pero… no podía… ¿Es que acaso ya se había olvidado del pacto que habíamos hecho?
-Benjamin… no me gusta romper las reglas… no gracias –Bajé la vista y me negué a su mano, cosa que fue fatal para él.
-Esperen un segundo –interrumpió (afortunadamente) uno de ellos- ¿Ustedes dos se conocen desde antes? Hablan con mucha confianza…
Bill y yo nos miramos con cara de “¿Qué les decimos?”, pero la suya pronto cambió a una risa burlona y pronunció:
-Sí, hace tiempo fue mi novia, y actualmente –Volteó a ver a James- lo sigue siendo, así que si me disculpan –Se puso de cuclillas y se acercó peligrosamente a mi- me la llevaré impetuosamente conmigo
Simplemente sentí como mi cuerpo levitó entre sus brazos y me llevó con él.
-No, Bill, bájame, bájame, te lo ordeno, Bill Kaulitz –Comencé a jalonearme mientras se brincaba la barda conmigo-
-Oye, soy Benjamin Black –Rió-
-Bueno, Benjamin, prometimos NO hacer escenas y tú, y tú… me estás cargando en la escuela de hombres, ¡SÚELTAME! –Me tiré de sus brazos y hincada al suelo- ¿Sabes las vergüenzas que hago contigo?
-¿Sabes por qué te hice hacer esta vergüenza?
-¿Por qué?
-Por los ojos con los que mirabas a ese tipo, eh, ni te atrevas a hablarle de nuevo, Dianne, por que si no…
-¿Por qué si no QUÉ?
-Me veré obligado a separarlos de una horrible manera –Afirmó-
La expresión en su mirada me hizo temblar de miedo. Jamás había vuelto a ver ese rencor en su mirada como aquella noche que fui arrojada contra un piano por él… ¡fui arrojada contra un piano por él! ¿Qué clase de masoquismo es éste?
-Oh, Dianne, ¿vas a llorar? No, no, perdóname, no quería asustarte tanto –besó suavemente mis labios- de hecho, quería enseñarte un salón hermoso de esta escuela… te traerá bonitos recuerdos, anda, sé que no soy el más ortodoxo, pero por favor… ven conmigo…
Nuevamente, esos sentimientos de repulsión hacia Ink Angel comenzaron a abrirme los ojos… era impresionante cómo en segundos podía echarme a perder el día, lo quiero mucho, pero… de esta forma no puedo continuar, no con un asesino dentro de él…

continuara...

domingo, 7 de agosto de 2011

Capitulo 8 Vergonzosamente descubiertos

¡Hola! ¿Cómo están, chicas? Yo entuciasmada por haber terminado un cap más xD oh... si supieran qué trabajo me han costado -_____- pero bueno... espero que les guste :D mil gracias por sus comentarios, me han el día :,D las quiero mucho. Besos, bye!
P.D. Cap corto, aparentemente insignificante... APARENTEMENTE! Después de este cap se vienen 3 consecuancias ;3 (y por cierto... no son buenas)
P.D.2. Mil disculpas por dejar la misma canción... no se que tiene el mixpod que no acepta las canciones ¬¬ ustedes pongan la canción que gusten.. mil disculpas u.u

Capitulo 8 Vergonzosamente descubiertos

Lentamente, me comencé a transportar a aquella gran sala de cortinas rojas.
Una mansión hermosa, habitada por un solo ente, un ángel, el cual no me imagino manteniendo en buen estado todo ese lugar.
Lentamente, mis ropas de algodón rosado se fueron convirtiendo en aquel vestido tan bello, color dorado como el sol que ocupé aquella noche tan mágica, en ese baile tan erótico.
Las ropas de mi querido se fueron haciendo de gala, recogiendo lentamente sus cabellos en una coleta que adornaba su espalda.
Éramos algo así como la Bella y la Bestia Romeo y Julieta. Juntos y enamorados.
Miré aquellos ojos tan oscuros y me ví perdida en ellos, en el reflejo de la luna que se colaba por la ventana.
Cada paso, cada vuelta que dábamos en el cuarto, cada golpe con las camas era un sueño… era como estarse elevando poco a poco por los aires, era volar muy alto e inmediatamente caer en plumas y algodón.
Bill me recostó en la cama y trepó a mi cintura, acariciando levemente mi cabello.
-¿Sabías que fue muy incómodo tener que hacerlo en silencio? -Soltó una carcajada mientras me daba un beso-
-Dímelo a mí… estaba a punto de explotar y no debía hacer ni un ruido.
Tomé su mano y lo acerqué más a mí. Necesitaba tenerlo cerca, tenerlo de nuevo.
-¿Estas seguro de que hacerlo dos días seguidos no hace daño?
-¡Haha! Me haces reír, por supuesto que no hace daño… es más, ¿Sabías que es uno de los ejercicios mas completos?
-Bueno, entonces… tómame ahora mismo…
El asintió y comencé a despojar mis vestiduras.
El calor comenzó a aumentar, sus enormes manos recorrían todo mi cuerpo, mientras relamía mi cuello.
Un sabor dulce empalagoso inundó mi boca, junto con el gozo y la euforia.
Lentamente, comencé a recorrer con la punta de mis dedos su columna vertebral, acariciando cada costilla, cada parte de su esqueleto, incluyendo sus alas, que poco a poco se comenzaban a abrir, abrazándome y nublando mi vista.
Su lengua recorrió mi boca, embarrando miel en el beso, me sentía tan feliz… la música era tan suave, tan dulce que…

Mila apagó el radio.

Inmediatamente, fue como si nos hubiéramos dado toques eléctricos, cada quien se hizo a un lado.
Con las sábanas tapé inmediatamente mi desnudez y me topé con el rostro molesto de mi compañera.
-Benjamin… ¿Me harías el favor de retirarte ahora mismo? –Pidió en tono autoritario-
Bill me miró sorprendido y yo asentí con la cabeza. Un silencio incómodo se hizo entre los 3.
-Sí, me parece que es lo mejor… -Colocó rápidamente su camisa en su lugar y delicadamente salió por la puerta.
-¡Benjamin! ¡Espera! –Gritó Mila- ¡La directora está…
Los ojos se me abrieron como dos enormes platos.
Una voz gruesa de mujer se escuchaba en los pasillos preguntando “¿Qué haces aquí?”
Mila me miraba seria, diciendo con la mirada “¿No piensas vestirte?”, a lo cual asentí y me volví a poner mi camiseta y mi pantalón sutilmente, mientras mi amiga volvía a poner su cojín en la cama y comenzaba a meterse en ella.
-¿Qué sucedió? –Me atreví a romper el hielo-
-Nos descubrieron y regañaron… la directora últimamente anda vigilando…
-Ah… -Susurré- parece que…
-¿Y tú? ¿Qué pasó aquí?
-B-Benjamin… me hizo una visita… -susurré-
-Sí y veo que te fue muy bien… -soltó una carcajada- creo que ya los descubrieron por mi culpa…
-Tarde o temprano iba a pasar –me mordí las uñas- ¡qué vergüenza, Mila! ¿Ahora que va a pasar?
-Se supone que Benjamin está hospedado en los dormitorios de hombres, ¿No?
-Si –Asentí-
-Entonces… qué mal le va a ir –Dijo frotándose los ojos-
-¡Mila! Estoy preocupada, ¡Qué situación tan embarazosa!
- - - - - - - - - -
Aquel episodio había sido completamente vergonzoso… pobre Mila… eso de encontrarnos en plena acción… ugh, fue patético, y peor aún… El ángel de tinta regañado por meterse en territorio de mujeres… ¿Qué clase de situación es esa?
En fin, era viernes y cumplía ya 2 semanas de haber ingresado… ¿en tan poco tiempo habían ocurrido tantas cosas? Era imposible de creer.
-¿En qué tanto piensas, Dianne? –Mila pasó cariñosamente su brazo por mis hombros mientras caminábamos por el pasto-
-Nada, en realidad nada… -Bajé la mirada-
-¿Ya haz enviado tus cartas?
-Sí, mandé ambas –Reí- espero que lleguen a tiempo
-¡Claro que llegan! Bueno, cuando menos, cada vez que se mandan las invitaciones para los bailes llegan al segundo día
-¿Bailes? ¿Aquí… se organizan bailes?
-¡Claro! Y ambas escuelas participan –Comenzó a brincar de emoción- vienen absolutamente TODOS los muchachos de la escuela vecina, vestidos de ¡TRAJE! ¿Acaso no es magnífico? Es muy emocionante bailar con ellos…
-¿Tu ya lo haz hecho alguna vez?
-¡Claro! Son muy gentiles y románticos, saben como tratarnos… -Suspiró-
-Ya veo… y… se usan vestidos, ¿Verdad?
-¡Lógico! Nuestros padres nos lo compran, o lo que es mejor, nos dan permiso de salir a comprarlos –Me tomó de los hombros y comenzó a agitarme frenéticamente, mientras gritaba otras cosas que no logré comprender.
Mi mente comenzó a viajar al elegante baile.
Bill se vería raro, pero con el cabello recogido, sin maquillaje y de traje sería… un príncipe.
Si tan solo fuera alumno y no maestro… todo cambiaría.
- - - - - -
Viernes y sábado transcurrieron a la perfección.
Bill y yo llegamos al acuerdo de jamás volver a utilizar una puerta para vernos, más bien serían… ventanas. ¡Qué fortuna que mi piso es el segundo!
En ese entonces todo transcurría bien, hasta que llegó el domingo y… lo conocí.

continuara....

miércoles, 3 de agosto de 2011

Capitulo 7 Tinta y hojas blancas

¡Hola! ¿Como están? Yo aquí apurada, terminando de escribir el cap n.n me alegro mucho de que les haya gustado el cap anterior... haha, nunca había llegado a tantas reacciones O.O ¡MIL GRACIAS! DANKE! Se les agradece n.n Espero sin más que les guste el cap... está un poquito aburrido, pero interesante ;3 xD... espero y sea de su agrado :) saludos, Bye!
P.D. Adriana! GOMENE!!!!! Soy una BAKAAAAAAA una idiota, imbésil TwT no te avisé D: perdóname, estoy TOTALMENTE perdida TwwwwT prometo que no volverá a pasar, ¿Vale? Mil disculpas nuevamente.... Ah! Y si la recomiendas será algo muy lindo de tu parte n.n tqm :D

Capitulo 7 Tinta y hojas blancas

Lentamente comencé a abrir el sobre de la carta.
Era de noche.
Mila se encontraba oyendo un viejo radio que tenía escondido bajo su colchón, (Al parecer tenían hasta prohibido un poco de música) mientras yo leía detenidamente ambas cartas, lista con papel y tinta para responder.
La carta de mi papá había sido redactada el viernes, y llegó precisamente hoy por la mañana. Decía lo siguiente:

Querida hija:

¿Cómo va tu estancia en tu nuevo colegio? Discúlpame por escribir inmediatamente la presente, pero es que no resistía comunicarme contigo.
Y, bueno, platícame, ¿Haz encontrado nuevas amigas? Vamos, di que sí… no tienes una mejor amiga desde hace mucho tiempo, me gustaría que encontraras una. Recuerda lo que te dije: Sé amable y social, ¿Está bien?
Diviértete en la escuela… hay muchos talleres y libros, ¿No? Siempre te ha gustado leer, aprovecha y aviéntate casi todos los libros de la biblioteca, ¿Harías eso por mí? Estoy orgulloso de ti, hija, se que ha sido difícil ingresar, pero te aseguro que todo saldrá bien. Te lo prometo.
Pasando a otro tema… quisiera contarte algo.
Desde hace 4 meses he estado saliendo con una hermosa mujer. Sí, no me quiero imaginar que cara haz puesto al leer esto, se que haz de estar horrorizada, pero déjame explicarte, lamento no habértelo contado antes, y también disculpa mi cobardía de decírtelo en una carta, pero es que de frente… no lo soportaría.
Su nombre es Isabel, es divorciada y madre de una pequeña niña de 9 años. Es muy gentil, suave y buena conmigo… fue mi salvación en medio de tan terrible problema, Dianne, compréndeme…
He decidido que se va a mudar a nuestra casa junto con su hija, por supuesto, pero… quería pedir tu opinión… ¿Qué te parece? Apuesto a que sería una excelente figura materna para ti, espero que la conozcas en la fiesta de Navidad, ¿Vale? Nuevamente discúlpame por lo rápido e inoportuno de la noticia, pero las cosas son así. Tu haz aguantado mucho, sé que podrás con esto.
Espero ansiosamente tu respuesta, por favor sé gentil en tus palabras aunque en realidad me quieras arrancar la cabeza.
Te quiero hija, no lo olvides.


                                                      Atte: Aaron Gray, tu padre que te extraña


¿Qué tipo de padre se atreve a contar semejante noticia a su hija de forma tan descarada? Esa mujer dormirá… ¿En el espacio que ocupaba mamá? ¿Qué tan bajo ha caído  mi padre, El oficial Gray?
¿No se ha puesto a pensar en que ya no va a ser tan sólo una boca más a la cuál alimentar? ¡Ahora van a ser tres! ¿Dónde rayos la conoció? ¿Por qué se enamoró de ella? En primer lugar… ¿De verdad está enamorado? Por que entonces ya tendría con qué reprocharle cada vez que me recordara lo de Bill.
Tomé una hoja blanca y la recargué contra el libro de historia.
Tomé un lapicero negro y comencé a redactar la carta de regreso.
Él ha dicho que no sea ruda en decirle sus cosas, entonces… tendré que ser refinada, mas no tolerante.
Las palabras surgieron inmediatamente hasta dejar repleta la hoja, casi completamente negra.
A pesar de que la pesada noticia me había hecho estremecer, no causó en mí un huracán… nada me importaba en estos momentos, mas que esa linda sonrisa perversa que adornaba la boca de mi querido. No dejaba de pensar en él, es más, sentía que mi “papi” y yo estábamos a mano.
De buen humor continué leyendo la segunda carta. Ésta había llegado el miércoles, y había sido redactada el lunes.


Amiga Dianne:

Espero que la persona que esté leyendo esta carta seas realmente tú.
La otra tarde me encontré con tu papá y le pregunté por ti, el respondió que te habías mudado a Schekeuditz, debido a tu nuevo instituto.
No te he visto desde hace mucho tiempo… quisiera pasar un buen rato contigo, quizás un domingo que no tengas nada que hacer podríamos salir al cine… ¿Te parece? Espero que estés mucho mejor, quisiera hablar contigo en persona para que me lo contaras todo, claro, solo si gustas.
Quiero que sepas que cuentas conmigo y que deseo que nos mantengamos en contacto. Una buena amiga como tú vale mucho la pena.
Nunca pierdas la esperanza, recuerda que estoy a tu lado.

Atte: Tom

P.D. Si es usted otra persona, lo lamento mucho, no me quedó clara la dirección, disculpe la molestia.


Tomy, Tomy, Tomy… como siempre tan despistado.
Como dice en la carta: un buen amigo como él vale mucho la pena, y por eso, responderé a su llamado.

Querido Tom:

No te angusties más, la carta si me ha llegado. Me alegro mucho de recibir tus palabras, créeme que estoy muy emocionada por volverte a ver… ¿Qué día podemos quedar? Ya sabes, como tu lo haz dicho… podríamos salir como amigos.
Tengo algo muy importante qué contarte, pero es un secreto, ¿Vale? Como tú lo haz dicho antes, preferiría que fuera en persona.
Gracias por acordarte de mí, de no olvidarme. Mil gracias Tom, eres genial. Lamento lo corto de la carta, pero tengo mucho sueño, estoy a punto de dormirme.
Te mando muchos saludos.

Atte: Dianne


-¿Por qué esa cara de felicidad? –Preguntó Mila con una sonrisa burlona en su rostro-
-Ah, nada… recibí la carta de un viejo amigo, eso nada más… -Bajé la mirada y comencé a doblar las cartas-
-Qué bien, Dianne… oye, pero… ¿Te puedo preguntar algo? –Cuestionó misteriosamente-
-Claro, lo que quieras… lo que depende es mi respuesta –Reí-
-¿Quieres venir conmigo a una pijamada con las demás chicas? Anda, di que sí… no me gustaría dejarte sola.
-No creo caerles bien a tus amigas, no te preocupes, yo me quedo sola, no hay problema…
-Dianne, vamos –Me tomó del brazo- te vas a divertir, no somos tan serias, hacemos cosas irreverentes –Soltó una carcajada- lo único que hay que vigilar es que no se den cuenta las demás, por que por lo envidiosas que son, nos acusan y nos castigan, la última vez limpiamos los baños… y fue asqueroso –Hizo un gesto de asco-
-Ammmm… no, nunca me ha gustado limpiar baños, Mila, ve tú…
-¿De verdad? ¿No te molestas?
-Para nada, anda y ve…
-Bueno… -Tomó su almohada- entonces nos vemos mañana –Se despidió tiernamente con la mano y salió a escondidas de la puerta, dejando el radio apagado junto a la lámpara-
Lo tomé con cuidado y oprimí el botoncito de “on”, haciendo que inmediatamente captara la estación que Mila escuchaba hace poco.
Música romántica.
Coloqué el radio debajo de mi almohada y me recosté encima de él, pegando mi oído a sus bocinitas.
Las baladas lentamente me arrullaba, haciendo caer todo mi pesa sobre la cama, dejando ir todo el stress y preocupaciones de casa…
¿Qué estará haciendo ahora mismo mi padre? ¿Estará con mi madrastra la Señora Isabel? ¿Cómo se llamará la pequeña de 9 años? Tenía curiosidad.
¿Y Tom? ¿Tendrá novia o aún será soltero? Quizás ya haya encontrado a alguien con quien estar, me gustaría saberlo, me gustaría conocerla.
-¿Te han dejado sola? –Una voz masculina interrumpió mis pensamientos-
-Bill… -Me enderecé de volada en la cama, refregándome los ojos para despertar, pues casi me quedaba dormida-
-¿Te han dejado plantada oyendo baladas de quinta?
-¿Tu que crees? –Reí sarcástica-
-Bien, entonces aprovechemos y hagamos algo que nos gusta mucho –Se acercó a mí y extendió su oscura mano- ¿Bailarías conmigo, Dianne?

continuara...